martes, 16 de diciembre de 2014

DEPRESIÓN EN LA MADRE / THE MOTHER DEPRESSIÓN



Las madres cuando tienen depresión se convierten en un problema importante para sus hijos. En el momento del desarrollo y crecimiento de los niños, cuando van configurando su forma de ser, justamente lo que menos necesitan es una persona con tanta negatividad cerca.

Se produce un choque fundamental que el ser en desarrollo, en plena vida, con ilusiones, esperanzas, expectativas y motivación, entre otros, tenga que escuchar frecuentemente limitaciones, trabas, problemas y anticipación de un futuro negativo que le espera y todo de su propia madre.

Se les impregna la mente, es así en tantas ocasiones... Las madres, que son las que dan vida, y los padres, equivalente a ellas, no pueden ser tan negativos cada vez que el hijo intenta llevar a cabo sus intenciones.

Como escuchaba yo en consulta a un cliente, decirle desde allí a su madre... "madre, permite que me equivoque, déjame pensar, déjame decidir, permite que experimente, permíteme que aprenda..., no me impidas que viva..., no me quites la vida...!

La angustia que vive esa madre, va imponiendo un color gris y negro en el contexto familiar, allí no hay nada por lo que alegrarse, por lo que reír, todo puede ser motivo de más tristeza, de más desgracia, de discusión. Nada que se haga está bien o es apropiado, todo tiene pegas.

Además no hay futuro bello, todo se puede complicar y siempre surgirán complicaciones. 

Al fin es un modo de rebajar la energía y el potencial psicológico del hijo.

Y por si esto fuera poco, las personas depresivas a veces son tan críticas, que todo está mal, a todo le falta algo, se vuelven muy castigadoras para los que tienen cerca. Y lo peor hacen sentirse a los hijos culpables de no se sabe qué. Un drama.

Cuando son pequeños los hijos, si se les satura de tantas expectativas negativas, es probable con frecuencia, que desarrollen muchos temores y se vuelvan sujetos fóbicos, tengan problemas en las relaciones sociales, dificultades en el desarrollo de su empatía, se vuelvan personas depresivas y sobre todo rechacen la imagen de la mujer, de la figura materna.

En resumen una madre con depresión, no solo por ella, también por sus hijos y familia, tiene que ponerse cuanto antes a tratamiento psicológico y si además fuera preciso, psiquiátrico. Por amor.