Con frecuencia las personas piensan que la autoestima se desarrolla y se incrementa consiguiendo más privilegios y más prestigio.
Y es que si esos privilegios y prestigio no van acompañados de otras facetas más esenciales, quedan limitados a símbolos pero no a lo esencial. La autoestima así no se desarrolla.
Cualquier ascenso que a la vez consiga el incremento de la autoestima y seguridad auténtica del sujeto, tendrá que ir acompañado de:
-Un poder para aplicar el propio potencial, donde la gente de forma más libre pueda resolver, solucionar y crear, en función de lo que sienta o piense.
-Y una autorización y responsabilidad que le otorgue la capacidad para tomar decisiones en función de lo que analice, perciba, y considere que tiene que ir creando.
Decisiones que le permitan aplicar lo que considera son las soluciones.
Y es aquí donde el proceso del coaching marca la diferencia, ya que la formación y estudios tradicionales, lo que se ha denominado incluso instrucción, no capacitan para desarrollar la seguridad y confianza.
El coaching desarrolla en la persona su potencial, incrementa la motivación y mejora los aprendizajes y rendimientos.
Además el coaching otorga la seguridad para que las personas se sientan autorizados y comprometidos con sus propios comportamientos, e incrementen la multiplicidad de opciones para a su vez atender a la gran variedad de situaciones que se puedan presentar...(SIGUE)...
Y es que si esos privilegios y prestigio no van acompañados de otras facetas más esenciales, quedan limitados a símbolos pero no a lo esencial. La autoestima así no se desarrolla.
Cualquier ascenso que a la vez consiga el incremento de la autoestima y seguridad auténtica del sujeto, tendrá que ir acompañado de:
-Un poder para aplicar el propio potencial, donde la gente de forma más libre pueda resolver, solucionar y crear, en función de lo que sienta o piense.
-Y una autorización y responsabilidad que le otorgue la capacidad para tomar decisiones en función de lo que analice, perciba, y considere que tiene que ir creando.
Decisiones que le permitan aplicar lo que considera son las soluciones.
Y es aquí donde el proceso del coaching marca la diferencia, ya que la formación y estudios tradicionales, lo que se ha denominado incluso instrucción, no capacitan para desarrollar la seguridad y confianza.
El coaching desarrolla en la persona su potencial, incrementa la motivación y mejora los aprendizajes y rendimientos.
Además el coaching otorga la seguridad para que las personas se sientan autorizados y comprometidos con sus propios comportamientos, e incrementen la multiplicidad de opciones para a su vez atender a la gran variedad de situaciones que se puedan presentar...(SIGUE)...