Lo has pensado alguna vez...?
Algunas veces la gente directamente te responde con un rugido, con un grito, y a ti te parece que esa persona está enfadada.
Es probable que algunas veces así sea, pero hay muchas otras que en realidad cuando se contesta así, de forma vehemente y con un alarido, no sea precisamente para hacer daño, para agredir.
Y es que en muchas ocasiones la gente cuando se defiende, cuando intenta poner distancias elevando su tono de voz, es para defenderse, necesita poner escudos para proteger su propia fragilidad.
Es ahí en su "yo" delicado, su propio interior, donde siente la amenaza y siente la urgencia de frenar la posible agresión del interlocutor, imaginaria, o real.
Y es que para protegerse del exterior, a veces es necesario asustar al interlocutor.
Algunas veces la gente directamente te responde con un rugido, con un grito, y a ti te parece que esa persona está enfadada.
Es probable que algunas veces así sea, pero hay muchas otras que en realidad cuando se contesta así, de forma vehemente y con un alarido, no sea precisamente para hacer daño, para agredir.
Y es que en muchas ocasiones la gente cuando se defiende, cuando intenta poner distancias elevando su tono de voz, es para defenderse, necesita poner escudos para proteger su propia fragilidad.
Es ahí en su "yo" delicado, su propio interior, donde siente la amenaza y siente la urgencia de frenar la posible agresión del interlocutor, imaginaria, o real.
Y es que para protegerse del exterior, a veces es necesario asustar al interlocutor.