El síndrome del pequeño tirano, hace referencia al perfil de los niños y menores que tienen escasa o nula sensibilidad ante el dolor y sufrimiento de los demás.
Suelen manejar a las personas de su entorno, manipulando con diferentes trucos, y no piden perdón, ni sienten las consecuencias de su conducta, lo cual les impide mejorar y avanzar puesto que siempre creen que lo hacen todo bien, incluso molestar y/o aprovecharse de otros.
Con su escasa empatía y sensibilidad ante las necesidades y sufrimiento de los demás, parece que no tienen sentimientos.
Y en consecuencia las relaciones se convierten en situaciones complicadas, llegando a ser muy difíciles, ya que se enfadan muy rápido, sus caprichos tienen que ser cumplidos al momento y los padres se someten para no tener conflictos.
Conflictos que en realidad esos padres no saben manejar y no les queda más remedio que mejorar y crecer en esas habilidades, de poder educar a los hijo con unas habilidades que le sirvan para la vida.
Lo mejor cuando sucede esto, aunque cada caso es un mundo, es aplicar unos límites claros y firmes, con una continuidad, en la que el menor aprecie tanto la autoridad como el afecto y cariño, siendo este último también imprescindible.
En otro aspecto que tienen que evolucionar y madurar es afrontar el "no", y aprender dónde están sus límites y los límites de los demás. Y para enseñarles, los padres tienen que haber diferenciado los valores esenciales de la educación. No puede tener el mismo valor cualquier condición superficial frente a otros temas claves de la convivencia y de la vida.
Hay padres que se sienten muy culpables al tenerle que decir no a su hij@, este lo percibe, se aprovecha y se sale con la suya.
Por ello conviene ampliar horizontes y comprender que a esos hijos también se les puede aplicar una metodología diferente para conseguir que superen el síndrome del emperador, que es como también se denomina.
Cuando se negocia con ellos cualquier petición, solicitud o capricho de una forma más madura, exigiéndoles una responsabilidad y compromiso, van mejorando y aprendiendo lo que sí se espera de ellos, lo que pueden hacer y lo que está sujeto a represalias o castigos.
Los humanos siempre aprendieron, ya que la necesidad agudiza la mente, y sobre todo por instinto de supervivencia...(SIGUE...)...