jueves, 16 de junio de 2016

EL PEQUEÑO TIRANO / THE LITTLE TYRANT (II)


Y es que todo el complejo de desvaríos que se montan en el conjunto de la familia, como se menciona en el post anterior, del día 15.6.2016, y que describo seguidamente:

**"El síndrome del pequeño tirano, hace referencia al perfil de los niños y menores que tienen escasa o nula sensibilidad ante el dolor y sufrimiento de los demás.

Suelen manejar a las personas de su entorno, manipulando con diferentes trucos, y no piden perdón, ni sienten las consecuencias de su conducta, lo cual les impide mejorar y avanzar puesto que siempre creen que lo hacen todo bien, incluso molestar y/o aprovecharse de otros.

Con su escasa empatía y sensibilidad ante las necesidades y sufrimiento de los demás, parece que no tienen sentimientos.

Y en consecuencia las relaciones se convierten en situaciones complicadas, llegando a ser muy difíciles, ya que se enfadan muy rápido, sus caprichos tienen que ser cumplidos al  momento y los padres se someten para no tener conflictos.

Conflictos que en realidad esos padres no saben manejar y no les queda más remedio que mejorar y crecer en esas habilidades, de poder educar a los hijo con unas habilidades que le sirvan para la vida.

Lo mejor cuando sucede esto, aunque cada caso es un mundo, es aplicar unos límites claros y firmes, con una continuidad, en la que el menor aprecie tanto la autoridad como el afecto y cariño, siendo este último también imprescindible.

En otro aspecto que tienen que evolucionar y madurar es afrontar el "no", y aprender dónde están sus límites y los límites de los demás. Y para enseñarles, los padres tienen que haber diferenciado los valores esenciales de la educación. No puede tener el mismo valor cualquier condición superficial frente a otros temas claves de la convivencia y de la vida.

Hay padres que se sienten muy culpables al tenerle que decir no a su hij@, este lo percibe, se aprovecha y se sale con la suya.

Por ello conviene ampliar horizontes y comprender que a esos hijos también se les puede aplicar una metodología diferente para conseguir que superen el síndrome del emperador, que es como también se denomina.

Cuando se negocia con ellos cualquier petición, solicitud o capricho de una forma más madura, exigiéndoles una responsabilidad y compromiso, van mejorando y aprendiendo lo que sí se espera de ellos, lo que pueden hacer y lo que está sujeto a represalias o castigos.

Los humanos siempre aprendieron, ya que la necesidad agudiza la mente, y sobre todo por instinto de supervivencia...(SIGUE...)..."

**ponen en evidencia la manifestación de otros problemas más profundos.


Los niños aman a sus padres y necesitan un tiempo para compartir con ellos, necesitan escuchar sobre sus vidas y a la vez contarles las suyas. 

Y cuando esto no funciona así, bien por estrés o por otros problemas que puedan padecer los padres, el niño está perdido, sufriendo esa confusión. Por ello tienen esos síntomas "del pequeño tirano".

Los padres a su vez necesitan conocer cuales son sus límites para poder luego negociar los espacios de cada uno en la interacción con sus hijos, y en ocasiones existe muchas carencias.

Carencias debido a que los humanos ni saben todo, ni son perfectos, y tal vez a la hora de respetar sus límites y los de los hijos, estén confusos.

Lo mismo ocurre para organizar unas normas y una autoridad con afecto y cariño, tienen diversos problemas.

Por ello en este contexto, una vez más, se cumple el hecho de que nadie puede dar lo que no tiene.

Interesa ayudar a los niños a que puedan compartir con sus progenitores, sus emociones, inquietudes, sentimientos. Y juegos, experiencias, vivencias y otros detalles de su vida del día a día.

Ayudarles a que aprendan a diferir el premio, que no todo tiene que ser aquí y ahora, a conseguir un autocontrol de sus emociones y llegar a evolucionar y crecer para conseguir un equilibrio y calidad en sus vidas...