La adicción al amor es tan fuerte como otras muchas, hasta tal punto que el sujeto afectado por este problema cambia el rumbo de su vida, toma el mando su descontrol emocional y la persona se ve sometida y encadenada.
Tienen un fuerte miedo ante el abandono y la soledad. Se sienten inseguros e incapaces de llevar su vida hacia adelante sin una persona al lado.
El estar solos les crea angustia y ansiedad y siempre huyen de "sí mismos".
En esa huída hacia adelante, con tal de no estar solos se quedan con la primera pareja que les llega, aunque sean incompatibles llegan a someter su personalidad para que encaje con "el otro".
El dicho "agarrarse a un árbol ardiendo", se puede aplicar con toda su amplitud aquí. Y es que refleja la fuerza de las violentas emociones que le empujan a aceptar sin condiciones, incluso a personas muy problemáticas.
Esta urgente necesidad de no estar sol@s, les produce el enamoramiento rápido, sin darle tiempo a conocer al otro, y descubrir y valorar si pueden vivir juntos.
Viven en estados de encadenamiento al pasado, a las relaciones anteriores, y son incapaces de liberarse emocionalmente.
Sus ilusiones de poder vivir con alguien, les lleva a fantasear que la vida de pareja es la ideal, sea esta como sea, y con mucha urgencia de vivir ya juntos cuanto antes.
Y con estos problemas de personalidad, llegado el momento, son incapaces de romper con una pareja destructiva.
Si desean liberarse de las cadenas, es el momento de acudir a terapia psicológica. De lo contrario la vida puede seguir siendo un infierno, y mientras, su enfermedad mental se agrava.