La infidelidad a veces en la pareja provoca una gran tormenta emocional, muchos disgustos y un cambio total de sus puntos de vista.
Y con frecuencia hay alguien de los dos que se siente responsable y culpable, se analiza y decide superar todos los complejos que venía acumulando:
-Aprende a cuidarse. Va a terapia y supera su ansiedad y depresión.
-Hace deporte.
-Adelgaza.
-Aprende sobre sexualidad.
-Se arregla.
-Despliega un proceso de interacción social, sale y se relaciona.
Es como si esta persona, que ha sido víctima de la infidelidad, comienza a surgir de su letargo y evoluciona y crece desde todas las dimensiones de su ser.
Ahora comienza a ser más fuerte, más feliz. Después de la desestabilización emocional, le ha traído a la vida más energía, más fuerza, más potencial.
Y es a este nivel, cuando ya ha cambiado, y cuando ya no necesita al otr@, al anterior. Ni le importa ya con las otras personas que salga.
En estos casos, la infidelidad marcó la despedida. Sin retorno.
Quién sabe... tal vez con el cambio, ahora la pareja sí se convirtió en alguien diferente, muy atractiv@. Pero ya no es su momento, ni lugar ya que el fallo ha sido de confianza.
Y por eso la persona que ha conseguido su transformación, se ve mejor, superados sus complejos, y habiendo desarrollado más confianza y seguridad, el escenario anterior de infidelidad, es el pasado, al que no desea ya volver...(SIGUE...)...