Son los sujetos que intentan controlar los comportamientos de los demás, incluso les marcan y dictan lo que tienen que decir, hacer y lo que surja de paso.
Su necesidad de control les conduce a una implacable organización y planificación que les obliga a calcular todo, hasta los extremos.
Suelen enfadarse e irritarse demasiado cuando al interactuar con los demás, estos se comportan de una forma espontánea, diferente a la que ellos en un momento habían anticipado.
Y es que les cuesta manejar los imprevistos, de ahí la necesidad de no dejar nada al azar. Su obsesión por el control les lleva incluso a pensar que los demás se comportan así por llevarles la contraria, cuando en realidad los demás también tienen sus propias vidas, como es natural a su manera, y sus preferencias.
Su complejo de superioridad esconde algo que les cuesta reconocer, y es su "miedo al fracaso", y es lo que les crea la gran "inseguridad" que en el fondo tienen.
Y esto sumado a su ambición de mando, les lleva a intentar el control de las vidas de las personas con las que se relacionan.
Incluso cuando no consiguen que los demás hagan lo que ellos quieren, hasta se vuelven violentos.
Al predominar en ellos tanta exigencia e intentos de control, sofocan la autonomía, independencia y la espontaneidad de los otros. Los cuales unas veces se someten si no tienen más remedio, y otras veces salen despavoridos, buscando el oxígeno que necesitan para sus vidas...(SIGUE)...
Su necesidad de control les conduce a una implacable organización y planificación que les obliga a calcular todo, hasta los extremos.
Suelen enfadarse e irritarse demasiado cuando al interactuar con los demás, estos se comportan de una forma espontánea, diferente a la que ellos en un momento habían anticipado.
Y es que les cuesta manejar los imprevistos, de ahí la necesidad de no dejar nada al azar. Su obsesión por el control les lleva incluso a pensar que los demás se comportan así por llevarles la contraria, cuando en realidad los demás también tienen sus propias vidas, como es natural a su manera, y sus preferencias.
Su complejo de superioridad esconde algo que les cuesta reconocer, y es su "miedo al fracaso", y es lo que les crea la gran "inseguridad" que en el fondo tienen.
Y esto sumado a su ambición de mando, les lleva a intentar el control de las vidas de las personas con las que se relacionan.
Incluso cuando no consiguen que los demás hagan lo que ellos quieren, hasta se vuelven violentos.
Al predominar en ellos tanta exigencia e intentos de control, sofocan la autonomía, independencia y la espontaneidad de los otros. Los cuales unas veces se someten si no tienen más remedio, y otras veces salen despavoridos, buscando el oxígeno que necesitan para sus vidas...(SIGUE)...