Si tú eres feliz, te ríes más y disfrutas, le vas a contagiar más alegrías a tu pareja, satisfacciones y bienestar.
Y es que la posibilidad de tener sentido del humor, es un potencial importantísimo. Y al fin es otra faceta del ser que se puede desarrollar, si uno se lo propone y lo trabaja.
El profesor Robin Dunbar de la Universidad de Oxford, dirigió una investigación, hallando que las carcajadas, y las risas incontrolables, consiguen estimular endorfinas, especialmente las encefalinas.
Estas sustancias producen euforia, y son analgésicas, tienen un poderoso efecto sobre las personas, que se sienten genial...!
Propone este profesor, que es el acto físico de la risa, cuando la gente mueve tantos músculos y parece que los pulmones quedan sin aire.
En las relaciones de pareja, las risas compartidas, funcionan como un enganche, una adicción a la otra persona que hace reír y disfrutar.
Por ello en muchas ocasiones, cuando las parejas sintonizan y tienen componentes de personalidad atractivos para el otro, crean como una fuerte adicción a esa compañía.
Y es ahí donde se pone de manifiesto que son muchas las cualidades psíquicas que se pueden compartir. Para qué obsesionarse tanto con el aspecto físico...?
Evidente que es lo primero que se aprecia, y sobre todo conviene saber que en la vida hay más temas muy interesantes también...!