En las vidas de la gente, surgen temas a resolver, imprevistos que no gustan y algún que otro sufrimiento.
Y llega la saturación y la carga de estrés, todo lo contrario al bienestar.
Por ello es imprescindible que la pareja diseñe espacios y tiempos para el relax.
Ya que se sabe que las sustancias de la felicidad, aumentan cuando la gente está más distendida y relajada.
Practicar la meditación, el yoga, recibir masajes relajantes, forman parte, entre otros, de un conjunto de medios para conseguirlo.
En concreto los masajes, ayudan a la oxigenación del cuerpo y estimulan las terminaciones nerviosas, traduciéndose en la estimulación de sustancias del bienestar que llevan a sentirse más relajados y felices.
Algunas parejas aprenden técnicas de masaje y así se los aplican mutuamente. Cada pareja es un mundo y muchas con decisión, alcanzan el objetivo de las satisfacciones cotidianas.
Se trata de conseguir un balance entre el estrés vital y una vida de paz y armonía.
Tantas personas...que lo desean...y lo consiguen...!