La gente más positiva tiene su propio estilo. Sabe organizarse para seguir generando energías que los llevarán a ser más felices.
Por ejemplo, la gente así es más impermeable a lo negativo, le importa menos lo que digan otros, y se centran más en su propio punto de vista, lo que realmente hace, y la consistencia y seguridad con la que lo hace.
Escuchan y atienden a las críticas, discriminando las que proceden de la gente envidiosa, y las otras que sí son más constructivas, que agradecen y por las que sí se atreven a experimentar otras maneras.
Tienen una perspectiva más centrada en su propia responsabilidad y sus valores y fortalezas, elaboradas a lo largo de sus experiencias y sus aprendizajes y ponen en un segundo plano el hecho de tratar de agradar a todos.
Son más independientes y no son adictos a la aprobación de los otros. Al fin saben y es evidente que agradar a los demás, en sí mismo no tiene por qué ser negativo.
Lo que sí es algo fatal, es someterse en sus acciones al criterio externo, para tener contentos a la mayoría, en detrimento de su "sí mismo", de su creatividad y de su vida.
Esto representa el aniquilamiento personal, y va contra la propia vida.
Haz lo que prefieras, de lo que estés convencido, de lo que tu sabiduría y experiencia te informe, lo que ames y lo que tu perspectiva y creatividad te sugiera...!