La intuición es la capacidad que tienen las personas para anticiparse a los hechos, son informaciones internas de diversa índole por las que captan múltiples datos útiles para sus vidas.
Unas personas más evolucionadas y acostumbradas a escucharla y otras gentes que también la pueden desarrollar si se lo proponen.
La intuición no siempre es tenida en cuenta y escuchada por el sujeto, esa vocecita interior en ocasiones es negada, ignorada, y sobre ella caen cientos de razones para minimizarla y no darle la importancia que se merece.
Sí ayuda a las personas avisando de acontecimientos que se pueden producir en un futuro, y aquí interesa tener en cuenta lo que pueda ser perjudicial para la vida, hay que llegar a tiempo...
Siempre tomando decisiones antes de que los hechos adversos se produzcan y reordenando la vida, se pueden evitar importantes sufrimientos.
Cuando la gente se decide a desarrollarla, tiene diversas maneras, en función de la linea base en la que se encuentre, una esencial es la meditación.
Es evidente que practicando la meditación, se desarrolla el autoconocimiento, puesto que ayuda a ser conscientes del presente, del aquí y ahora de la vida, sin juzgarlo, solamente observar, sin críticas.
Ayuda a descubrir aspectos de la personalidad y dirigir la vida por experiencias en sintonía con uno mismo.
Implica desconectar del exterior, estar a solas observando el pensamiento, dejarlo pasar y seguir ahí, como un gran ojo que mira hacia el interior, y permanece en silencio, callado y tomando conciencia.
La meditación es una estrategia para el conocimiento interior, y desde ahí enriquecer la calidad de vida de las personas, con más paz, más autenticidad y en sintonía y armonía con el ser...
Los beneficios son múltiples, y entre ellos, el desarrollo de la autopercepción, de la sensibilidad para captar la intuición, una fuente de vida que conduce a los humanos que se dejan informar, para conseguir tomar la dirección y el control de sus vidas en sintonía con su personalidad y su mundo interno...