El amor es así, un gran regalo, una experiencia fantástica. Y también a veces se convierte en un infierno.
Cuando una persona ama profundamente, ha acomodado su vida a una relación, siente como fluye el amor en el día a día y con cuerpo y mente está arrebatado por la otra persona, vive como una experiencia espiritual. Algo que va más allá de lo real, que transporta a un mundo de emociones y fantasías...
Y la persona disfruta y vive casi casi en las nubes.
Y el "de repente", por inesperado, llega un buen día y ante sus ojos se descubre el gran golpe emocional...
Lo que era para su "sí mismo" esa fuente de vida...terminó... Sin avisar...
La incredulidad y la frustración han ocupado ese corazón, la persona está sonámbula, su mente no acaba de procesar esa desgracia...
Después del shock y las lágrimas comienzan a sentir como una traición, el resultado del juego mortal que alguien ha tenido con esa persona...(SIGUE)...