Las personas tienen momentos para todo cuando saben planificar sus vidas, y sobre todo si tienen autoestima y deseos de mejorar para decidir incrementar su bienestar.
Cuando los viajes se convierten en una necesidad de aprender, de conocer nuevas regiones, otras gentes, más culturas, explorar otras costumbres...
Esos viajes son oportunidades para crecer, para ampliar sus antiguos esquemas mentales, para descubrir otros más interesantes o favoritos para ellos.
Y conseguir otros significados de la vida, que no solamente sean aquellos antiguos que algunos incluso heredaron de sus abuelos... y los aplican dos generaciones después, luchando para poderlos encajar en sus vidas.
Esas costumbres con frecuencia traen consecuencias perjudiciales.
Una perspectiva saludable es la continuidad de unos valores esenciales, la paz, el amor, la justicia, la salud... Sin embargo querer adaptarlo a usos y costumbres ya trasnochados, no consiguen los objetivos.
Descubrir otros horizontes te aporta salud mental, motivará tu vida, te sentirás más tolerante, empático y flexible. Con más creatividad y más salud mental...
Una vida más feliz...