Después de un fracaso en las relaciones, algunas parejas consiguen tomar la decisión de solucionar en profundidad los conflictos que hubieran tenido.
Para empezar una nueva etapa, es la mejor forma de crear un nuevo horizonte para ambos.
Cuando los dos tienen compromiso y aún hay amor, todo se puede llegar a resolver. Ya que la responsabilidad hacia la relación proveniente de cada uno, genera una sincronicidad amorosa.
Y aunando esfuerzos de responsabilidad y compromiso, al decidir acudir a una terapia de pareja, van a lograr desarrollarse como personas, y con sus esfuerzos, irán potenciando lo mejor de cada uno.
En algunos casos en los que el amor murió, y la pareja vive demasiado dependiente de familiares, amigos, contexto social y teniendo mucho miedo al qué dirán, el continuar en pareja, les impide disfrutar de una vida saludable.
Mientras el amor continúe vivo, aunque haya habido un periodo de confusión y discusiones, todo se puede arreglar.
A veces cuando uno está concediendo una oportunidad al otro, en realidad también puede que se la esté dando a sí mismo.
Y el amor a uno mismo, es la mejor referencia para saber que uno también puede amar...