A veces la gente tiene una forma de pensar que les perjudica mucho en su calidad de vida.
Se aprecia en algunas gentes que siempre están viviendo en las carencias, pensando en lo que no tienen.
Son personas que nunca fueron capaces de valorar lo suyo, como si todo ello, nunca fuera lo suficiente, o no era bueno, o no servía.
Suelen fijarse en lo que tienen otros, y para lo de ellos mismos les queda como un poso de amargura permanente, un descontento feroz.
También infravaloran sus cualidades, y lo poco o mucho que se hayan desarrollado, nunca les es suficiente. Solamente valoran el éxito que suponen en los demás.
Esta forma de pensar tan autodestructiva, les lleva con frecuencia a una tristeza y pesar, agotando la energía personal.
Por otra parte, al ser un tipo de pensamiento continuado en el tiempo, la gente puede desarrollar disfunciones psíquicas y tener problemas mentales importantes.
Se aprecia en algunas gentes que siempre están viviendo en las carencias, pensando en lo que no tienen.
Son personas que nunca fueron capaces de valorar lo suyo, como si todo ello, nunca fuera lo suficiente, o no era bueno, o no servía.
Suelen fijarse en lo que tienen otros, y para lo de ellos mismos les queda como un poso de amargura permanente, un descontento feroz.
También infravaloran sus cualidades, y lo poco o mucho que se hayan desarrollado, nunca les es suficiente. Solamente valoran el éxito que suponen en los demás.
Esta forma de pensar tan autodestructiva, les lleva con frecuencia a una tristeza y pesar, agotando la energía personal.
Por otra parte, al ser un tipo de pensamiento continuado en el tiempo, la gente puede desarrollar disfunciones psíquicas y tener problemas mentales importantes.