-Valorar con frecuencia lo que eres y lo que tienes.
-Recuerda tus experiencias más gratificantes y agradece lo que la vida te aportó.
-Enumera las lecciones también que la vida te trajo en forma de desgracias o problemas, que te sirvieron para desarrollar tus cualidades de supervivencia, resiliencia y para despertar tu inteligencia.
-Aplica en la vida diaria tus fortalezas, las que más valores y con las que mejor te sientas.
-La vida se compone de asuntos más esenciales y a su vez de los pequeños detalles cotidianos. Si deseas ser feliz, atiende también a estos. Se repiten con demasiada frecuencia como para no otorgarles el valor que poseen. Vivir con elegancia y sencillez no tiene porqué estar relacionado con posesiones y cantidad de dinero, sino con saber estar más feliz.
-Cultivar la tranquilidad (slow), y la paz, se convierten en modos de vida muy saludables, para el conjunto del ser. El estrés es una coraza de enfermedad, una cárcel en la vida...(SIGUE)...