Con la pandemia del COVID-19, el personal sanitario está trabajando con un alto estrés emocional, que acaba erosionando su salud mental.
Hay casos muy extremos, como la enfermera italiana, que al conocer su resultado positivo en COVID-19, se suicidó pensando en todas las personas a las que habría contagiado.
En general, trabajando con la presión del estrés emocional, pueden sentir, según cada persona:
-Tristeza y angustia.
-Bloqueo emocional,anestesia.
-Frustración y dolor.
-Irritabilidad.
-Impotencia.
-Ansiedad.
-Culpa.
-Irascibilidad.
-Miedo.
El tener que trabajar bajo tanta presión, con las emociones alteradas, les exige un esfuerzo psicológico mayor.
Son personas que sienten su pasión ayudando a otros, y disfrutan cuando los pacientes mejoran... Merecen lo mejor.