jueves, 5 de marzo de 2020

VIOLENCIA DOMÉSTICA Y DE GÉNERO (I)


La Violencia Doméstica y de Genero es la asignatura pendiente en la era actual. Con frecuencia, ocurren muertes violentas que acaban con la vida de personas inocentes. 

Y parece que la sociedad, aún no ha establecido un proceso de medidas y prevención apropiado a la altura de la gravedad del problema. Por los hechos se demuestra que esta sociedad urgentemente, necesita revisar los protocolos generados hasta el momento. 

Tal vez conviene cuanto antes que ya en el Sistema Educativo, y de una forma pedagógica, se incluyan desde tempranas edades, temas de psicología, y entre ellos insistir sobre todo, en los que protegen las vidas. 

Cuanto antes, para que las personas desde pequeños, vayan conociendo los perfiles psicológicos de la gente violenta, de los acosadores, tanto de los asesinos de la violencia doméstica y de género, de los que practican el acoso laboral (mobbing), los acosadores escolares (bullying), y así de las múltiples formas de agresión psicológica y física, para que cuanto antes las personas sepan defenderse, y cuando estén siendo testigos, o integrantes del entramado que se forma, se actúe para proteger a las víctimas. 

¿No existe la educación vial?, ¿la educación para la salud? Y otras tantas asignaturas… Sí, a la gente le conviene saber cuanto antes, que a veces, desgraciadamente, las personas destructivas viven junto a ellos, y puede ser el vecino, el compañero de trabajo o de clase, e incluso la pareja, el que, quién sabe, tal vez hace unas horas estaba diciendo que amaba tanto, a esa persona y que a continuación, mata… 

Hasta que se llega a producir el hecho violento que desencadena la muerte, la gente ya ha sufrido por todo el tipo de tácticas de maltrato psicológico, Marie France Hirigoyen, en su libro “El acoso moral”, lo explica con claridad. 

El maltrato abarca abusos de toda índole, sexuales, manipulaciones, amenazas, intimidaciones, desprecios, insultos, gritos, humillaciones, frialdad afectiva, aislamiento; llega a ser muy grave y deteriorante para la persona que lo sufre, puesto que se mantiene durante largo plazo y va siendo progresivo. 

La persona maltratada suele recibir estas agresiones de forma continuada. En general si la víctima tiene una autoimagen negativa, y falta de confianza, trata de agradar al agresor y ello alimenta el ciclo de destrucción, ya que este se vuelve más agresivo. A veces la persona acosada se enfrenta y ello incrementa el bucle de la violencia. 

En estos casos lo más recomendable sería establecer unas condiciones y si no se cumplen tratar de alejarse lo más posible de la pareja; a veces por sus características de baja autoestima, les es muy difícil, por ello necesitan terapia psicológica para poder superar la dependencia emocional del agresor. 

Esta etapa de destrucción psicológica, es fácil que se suceda por otra con violencia física.

Precisamente es cuando se desata en el agresor el componente violento, y que se va incrementando en un proceso de total destructividad, la gravedad de la situación, hasta que llega el asesinato. 

Desgraciadamente tiempo antes de llegar al fin, ya ha  habido muchas veces en las que el agresor pide perdón y realiza múltiples promesas de que ya no volverá a ocurrir, mostrando un aparente remordimiento, le hace algún detalle, regalo etc. y con ello su arrepentimiento le parece creíble al agredido...(SIGUE)...