domingo, 14 de abril de 2013

LA COMUNICACIÓN


Después de la supervivencia física, una necesidad vital y básica es la comunicación. Un arte y una ciencia que le sirve al ser humano para su vida social, laboral, de pareja y familiar. 

La psicología y la neurolingüistica  proporcionan hoy una serie de estrategias capaces de hacer que cualquier persona sea un buen comunicador. Según Riviere: “comunicación es todo proceso de interacción social por medio de símbolos y sistemas de mensajes. 

Incluye todo proceso en el cual la conducta de un ser humano actúa como estímulo de la conducta de otro ser humano. 

Puede ser verbal, o no verbal, interindividual o intergrupal”. 

Desde un modelo de comunicación lineal (una perspectiva básica y elemental), este proceso implica la transmisión de una determinada información mediante un código (sistema) de signos y reglas para combinarlos, arbitrariamente organizado, y transmitido por un medio físico, el canal, teniendo como participantes al emisor, quien elije, selecciona y codifica el mensaje a transmitir y el receptor, a quien va dirigida la comunicación; este, descodifica el mensaje.

El acto comunicativo se produce en un contexto situacional espacio-temporal, que contribuye a su significado y es imprescindible para su adecuada descodificación, siendo el referente la realidad percibida que comprende todo lo descrito por el mensaje. 

A las perturbaciones que sufre la señal en el proceso comunicativo, en cualquiera de sus elementos se le denominan interferencias.

Para la interactividad del proceso comunicativo entre el emisor y el receptor se precisa la retroalimentación (mensaje de retorno), bien sea deseado o no. 

Puede ser positiva (cuando fomenta la comunicación) o negativa (cuando se busca cambiar el tema o terminar la comunicación). Si no existe retroalimentación, solo hay información, no comunicación.

Desde Platón se considera al lenguaje como un instrumento para comunicar uno a otro algo sobre las cosas. 

“LA CONVERSACIÓN LA CONTROLA QUIEN ESCUCHA, NO QUIEN HABLA”. 

Una clave fundamental para el acto comunicativo, es ser conscientes de que la comunicación simultáneamente es verbal y no verbal, lo que comprende un "todo" donde los mecanismos perceptivos del hombre actúan para decodificar e interpretar lo escuchado. 

Para establecer una comunicación eficaz, es necesario considerar que las palabras sólo representan el 7% de la capacidad de influencia de una persona, el tono de voz un 38 % y el lenguaje corporal un 55%, lo cual implica que no solamente importan las palabras utilizadas, que sí importan, pero hay que atender especialmente el cómo se dicen y al conjunto de la comunicación no verbal de quién lo dice. 

En las personas, la comunicación es un acto propio de su actividad psíquica derivado del lenguaje y pensamiento, de las experiencias vividas, motivaciones, expectativas y metas, y del desarrollo y manejo de las capacidades psicosociales de relación con el otro.

Resumiendo, de su inteligencia intrapersonal e interpersonal.

Herramienta que permite al sujeto conocer más de sí mismo, de los demás y del mundo, así como influir y ser influido por las personas que lo rodean.

Para la gente que tiene costumbre de hablar sobre sus problemas: 

el 80% de los que parece que escuchan no están en plan de ayuda y el 20% restante se ponen contentos al saber que el otro tiene problemas (también). 

Otras personas realmente aplican un lenguaje que genera acción consiguiendo ir hacia adelante. 

Los que se sirven de la comunicación para nada son los que inventan intrigas o hablan por hablar pues creen que así calman su angustia, por el terror al silencio. 

A veces los víctimas lo utilizan para dar pena y manipular así la compasión de los demás. 

Algunas personas lo aplican para criticar a la gente o al mundo, probablemente una proyección de su propia autocrítica. 

O una forma de canalizar su destructividad.