lunes, 9 de septiembre de 2013

AMORES CON UNA PERSONA CASADA


En general puede ser un importante sufrimiento añadido a las vidas de las personas, cuando estas tienen sensibilidad y sentimientos. Por una parte porque en el fondo la persona casada, solo se quiere a sí misma. Plenamente no ama a ninguna de las dos con las que se relaciona, ni a la de antes, ni a la de ahora.

A la esposa, o esposo, la tiene o le tiene como algo cómodo donde permanecer ante las embestidas del destino o de la inseguridad que la vida le produce. Un marco que cree seguro donde estar y malvivir, desconociendo que la verdadera seguridad procede del interior de cada uno. 

Malvivir porque en su falsa tranquilidad de conciencia sabe que a la mujer o el hombre con el que está conviviendo la o le está engañando, y entonces la persona vive con esa parte de su ser distorsionada, interfiriendo en todo lo demás, ya que las personas son seres neuro-bio-psico-sociales-espirituales y todo está interrelacionado en el interior de cada uno, cuando existe un engaño en el sentir principal, afecta al resto de los componentes.

Ese malestar lleva a la persona a vivir en confusión y malestar, con ausencia de equilibrio, paz mental y armonía. Y respecto a la nueva persona que ha aparecido en la vida de los dos, también con múltiples problemas ya que siempre vive pendiente de hacerse un hueco en los planes de otros, y vive ocultándose para favorecer la vida del otro componente y no ser descubiertos. 

Esos amores fraccionados o a medias, si es que se pueden llamar amor, cumplen a veces un papel de necesidad de sexo no satisfecha, o para formar parte de resentimientos o venganzas entre las parejas, o por satisfacer caprichos de sexo. Lo mejor que cada uno elija lo que pueda hacer pero sobre todo no engañarse. Una complicación. 

En estos casos (con todos los respetos hacia todas las opciones) y siempre como sugerencia, lo realmente favorecedor sería que la persona casada decida iniciar un proceso de clarificación para no perjudicar ni perjudicarse. Y la persona que forma parte del número tres, amplíe horizontes, que busque otras experiencias más gratificantes, que no permita sertirse como la ladrona que está robando el esposo/a la otra y piense que el mundo es muy amplio y que también puede tener acceso a otra pareja más libre que aporte a su vida más plenitud.

Bien es cierto que en estos casos cuando se llega a estos extremos el matrimonio ya está más que roto, viniendo con múltiples problemas desde hace tiempo. Y precisamente por esto. 

Si la persona tiene autoestima porqué no se merece algo mejor, una persona que no venga cargada de complicaciones. La vida satisfactoria se planifica y el éxito también.