sábado, 28 de septiembre de 2013

THE SECRET


Uno de los desconocimientos más grandes que a veces algunas personas tienen, es cómo educar a los hijos. Es cierto que todo todo y poco a poco se va aprendiendo. 

Por ejemplo hay muchos padres que continuamente le dicen a sus hijos una y mil veces aquello que hicieron mal. Y así les repiten con frecuencia todo ello, lo cual produce la impresión de que en lugar de una cosa mal, hicieron mil. 

Además continuamente les están recordando sus limitaciones y todo lo que no "hacen". 

Para empezar algunas personas pueden, si lo desean, aprender que la mente es muy plástica y sobre todo se guía mediante el amor, lenguaje e imágenes, esencialmente lo concerniente a padres-hijos. 

Los padres tienen el poder de abrir caminos en sus hijos, de diseñar el cómo pueden llegar a ser y convertirse y desarrollarse. 

En la literatura clásica hay ejemplos claves y así sucesivamente en todos los tiempos. 

Como decía Albert Bandura (EEUU), en sus múltiples investigaciones, las expectativas sobre alguien, le van marcando. 

Y así cuando los padres eligen algunos valores básicos que les conviene desarrollar en sus hijos, como trabajadores, ordenados, estudiosos, buenas personas, respetuosos y tal cual, día a día, semana a semana y así sucesivamente se lo van recordando con cada gesto que hagan, cada comportamiento cada experiencia, que no les quepa duda a estos padres. 

Sus hijos tendrán muchas más probabilidades de evolucionar en esa dirección, por ese camino que el amor y las palabras de los padres les van marcando.

Así son las claves, sencillas y como en un proceso ir aplicando frecuentemente. 

Cuando el hijo va creciendo aquel lenguaje que los padres tuvieron sobre él, lo lleva en su mente, y él se lo creerá y tendrá más posibilidades de llegar a ser así.

Bien cierto es también lo contrario, desgraciadamente, como se observa en esos ciudadanos cuya ignorancia de sus progenitores les marcó en una dirección de desastre, y así fue. 

Evidencias existen en todas las direcciones. Padres, Uds. pueden realizar un trabajo de excelencia sobre sus hijos, elijan unos cuantos valores que para ellos supongan a la larga libertad y autonomía y practiquen esa repetición en un proceso de tiempo. 

Los hijos se lo agradecerán. Esto es muy serio, Uds. tienen en sus manos el futuro de esos niños y tienen la oportunidad de "darlos vida" o de quitársela.