viernes, 17 de enero de 2014

SADISMO / SADISM


La gente que obtiene placer y satisfacción cuando daña a otros, haciendo daño de todas las formas posibles, físico, psicológico.

En el mundo de la sexualidad, el sadismo forma parte de las parafilias que implican la necesidad de una excitación sexual sin llegar al coito, en otras ocasiones, sí llegan. 

La necesidad y el impulso de dañar es tan intensa que desarrollan la maldad hasta tal punto, que son capaces de tratar a las personas como animales, haciéndolas arrastrarse, golpearles con objetos, quemarles, cortarles, todos los daños que se puedan imaginar y más, incluso jugar a matarles y hacer como si les ahogan, con bolsas, o estrangulamiento... algo horrible.

El sadismo lo aplican tanto a personas como a animales. Es la destructividad lo que les da placer y el ver como humillan al otro, como lo dañan. A veces el juego llega incluso a ser a que le matan y si la situación se complica llegar a matarles.

La satisfacción del sádico está relacionada con el placer de control y dominio sobre la víctima, la sensación de tener el poderío, ser el jefe. Y cuando perciben el sufrimiento del "esclavo" les proporciona la alta satisfacción del objetivo cumplido.

En muchos casos se forman parejas de personas sádicos y masoquistas y encajan en sus formas de ser ante la vida. En realidad esto es un consentimiento de ambos y en esa relación nadie está forzado. Ambos se complementan.

Cuando la necesidad del sádico es la sexual, se excita al ver al otro sufrir y humillarlo, forzando la situación incluso llegando a utilizar objetos para herir y dañar. Muchos violadores lo son. Y las quejas de dolor de la víctima son excitantes potentes para llegar al éxtasis.

La persona sádica tiene componentes perversos, una desestructuración psicológica que se potencia con el placer por deshacer y destruír al otro. Es cruel y tiene una parte de cálculo y frialdad.

En conjunto personas muy peligrosas para tenerlas en las relaciones, su potencial de dañar genera complicaciones y problemas en el entorno para hacer sufrir a los demás. Muchos sádicos son los narcisos perversos, los que aplican es sus vidas el acoso psicológico y el daño a tantas personas. Con frecuencia se escudan el el poder como lugar privilegiado para utilizar artimañas y llevar a cabo sus objetivos, a los súbditos. Sometimiento y daño, se sienten los dueños.