En la pareja ocurre como en las personas, cada una es un mundo. La gran variabilidad y diversidad pone de manifiesto que lo que vale para unos es indiferente para otros. Aquí lo que cuenta es ponerse de acuerdo. Con estas premisas, sí puede afirmarse que las mujeres se enfadan, irritan e incomodan con los detalles siguientes:
-Que él no se responsabilice de su parte en las tareas domésticas, e intente "ayudar". Si son dos, las actividades son de 2 y para 2. No uno que cargue con todo y el otro "ayude... en un par de detalles..."
-Que esté jugando con el móvil o en el ordenador muchas horas, pasando de ella, entretenido sin hacerla mucho caso.
-Que él frecuente páginas pornografía y se masturbe.
-Que salga de cena con amigos y llegue tarde y habiendo bebido más de la cuenta.
-Que esté siempre pendiente del teléfono, y cuando suenan mensajes diga que es el jefe, o un compañero de trabajo.
-Que no tenga iniciativa a la hora de elegir propuestas de ocio y diversión.
-Que se tumbe en el sofá ante la tele, y deportes y películas y no haya conversación.
-Que sea agarrado con el dinero y ella tenga que poner en el común, más de lo que corresponde.
-Que esté demasiado implicado con su familia y le reste a la pareja de excursiones y vivencias.
-Que le haga todos los encargos, recados y arreglos a la suegra y los de casa pasan meses y permanecen igual, nunca tiene tiempo.
-Que no le diga a ella cosas bonitas, sobre su presencia, atuendo, o sobre lo riquísima que está la comida, si es que cocina, o cualquier otro detalle de valoración. Tener presente que el punto "G", en la mujer, está sobre todo entre las orejas, y eso muchos hombres lo ignoran.
-Que cuando salen en pareja con amigos es simpático y dicharachero, y en casa, apenas si habla.
-Que proteste por todo. Esté irritable y crítico.
-Que ninguna comida le esté a gusto.
-Que la diga: "otra camiseta nueva...", y sea una que ya tenía, y él ni se había fijado...
-Que ella sea coqueta, se arregle y se ponga guapísima y él diga: con quién habrás quedado...
-Que sea poco cariñoso, que no le sepa dar ternura y romanticismo, que no tenga palabras tiernas...
-Que hayan discutido, estén enfadados y cuando llega la noche y el momento XX, él, como si no pasara nada.
-Que solicite juegos muy atrevidos o posturas raras en la intimidad sexual, sin estar ella preparada.
-Por lo que las mujeres cuentan, estos son puntos de roce bastante comunes en cuanto a la convivencia diaria, además de otros más peculiares.
-Para obtener más armonía, ponerse de acuerdo, ceder ambos y satisfacer al otro, hoy por uno y mañana por el otro. Buscar objetivos comunes. Negociar y elegir lo satisfactorio para ambos.