Te gusta tu pareja y deseas que perdure?. Como todo en la vida necesita atención y dedicación, no llega con solo desearlo.
El resumen fundamental es el siguiente, con excepción de casos puntuales. Cada persona es un mundo y cada pareja también.
La comunicación: clarificar todos los aspectos, no dar nada por supuesto. En una investigación que se realizó en psicología social sobre parejas, se les preguntaba por separado cuales habían sido los puntos de conflicto la última semana. Después de rellenar los cuestionarios, en la puesta en común se descubrió que lo que había sido más problemático para uno, no coincidía con lo del otro. Ni se habían enterado porqué estaban heridos, cada uno no se había enterado de los motivos de enfado del otro. Muy a lo suyo. Esto es lo frecuente.
Las presuposiciones en las relaciones son un problema importante, ya que cada uno tiene sus significados de la vida. Por ello conviene hacer preguntas, y para ti eso que significa?, cuánto es mucho?, cómo lo quieres?, donde es lo correcto?, cientos de clarificaciónes, según en qué momento. Dice uno: me voy con la bici a hacer deporte, sábado a la tarde, y la otra esperando y esperando hasta la noche. Porqué no se dijo hasta qué hora?... y porqué nadie pregunto?. Y así con tantas situaciones cotidianas...
Sexualidad, el que desee vivir contento en una pareja tiene que saber que la actividad sexual forma parte esencial, sí, esencial. Entrenarse, buscar información, copiar e imitar actividades sexuales para adquirir destrezas. Desarrollo global, existe tanta información que el que no se aplique en esto, es probable que tenga bloqueos internos importantes o sencillamente, que la pareja no le motive.
Dinero, el tema se convierte en importante por la sencilla razón de que se vive en una estructura económica y tanto si gusta o no las personas responsables tienen que gestionarlo. Llegar a acuerdos de cómo organizar y compartir gastos. De lo contrario se pueden originar grandes discusiones que erosionan la pareja.
Familia política, la familia de uno, es la que crea con la pareja. La de pertenencia es en la que nació. Cuando uno se compromete con la nueva pareja y crea su nueva familia, se compromete a atenderla, y a darle a esta nueva prioridades en la jerarquía de valores. La de pertenencia también importa pero si se le da máxima dedicación, posponiendo o marginando a la nueva, como ocurre muchas veces y se le permite a los padres o suegros intervenir, sin ponerles límites, se pueden cargar la nueva relación. Es la vida misma...ocurre a diario, tantas separaciones por la familia política...!!!
Cortesía, educación, agradecimiento, cariño, son ingredientes imprescindibles para cualquier momento. Amar los detalles y las singularidades de cada uno. La convivencia es para los dos, no sólo para la exclusividad de uno.
Organizar salidas, diversión, experiencias, viajes, placeres, vivencias, explorar, e infinidad de otras propuestas juntos. No solo encontrarse siempre con la faceta de las responsabilidades y obligaciones, como muchas parejas que trabajan y trabajan, fuera y dentro de casa y el ocio y el placer, muy escaso. Esta dinámica vital transforma la relación en algo así como muy preocupante y genera muchos agobios.
Tiempos para estar a solas, practicar sus aficiones y actividades favoritas. Una persona en una pareja necesita sus tiempos de compartir y sus tiempos personales. Y en muchas ocasiones cuando las parejas están fusionadas, y van siempre a todo juntos, y para todo unidos, puede que llegue un momento que explote y termine. Las personas necesitan sus tiempos y sus espacios y si se lo impide la pareja durante tiempo, y no cambia, algo ocurrirá para desvincularse y distanciarse. Ser persona requiere cultivar también el "sí mismo" y la pareja que no entiende esta dimensión sofoca.
Y recordar que es la armonía de facetas y dimensiones humanas a cultivar, y esencialmente vivir el aquí y el ahora, siendo conscientes de las necesidades que se plantean, y así satisfacerlas. No hay nada preestablecido...!!! el fluir de la vida...!!