La baja tolerancia a la frustración, crea mucha ansiedad en las personas. Son incapaces de demorar las gratificaciones y en planes u objetivos a largo plazo, pueden desistir fácilmente de las metas. Se rinden. Cambian de objetivo y así siguen errantes durante años. Comienzan una carrera, cambian a otra y a otra.
Entre las emociones que les acompañan cuando no consiguen algo al momento, están la rabia, la impotencia, la frustración y a la larga otros sentimientos negativos como enfados, tristeza, preocupaciones y ansiedad, rencor, resentimiento.
En realidad a veces planifican de forma inapropiada, sin contemplar espacios y tiempos realistas, o suponen que algo lo alcanzarán fácilmente y sin dedicación y estrategia, sin trabajo. Posteriormente ante la escasa planificación, no hay resultados positivos. Y se enrabietan. Lo peor que pueden pagar sus iras contra las personas que tienen cerca.
Todo lo importante en la vida, o casi todo, necesita elaboración, procesos, estudio, trabajo, diseño, meditación y por ello estas personas como no cambien y transformen sus necesidades de placer inmediato a unos planes realistas, puede que consigan poco en la vida, o sí puede que consigan volver la rabia hacia sí mismos y hacerse daño, o volverse víctimas y desarrollar el rol pasivo de "pobre de mi", y echarle la culpa a la gente, al mundo, mientras se les va pasando la vida.
Son otro tipo de personas que carecen de protagonismo, de darse los tiempos y los espacios necesarios para crecer y evolucionar.
La búsqueda de placer inmediato da lo que da, y llega a unos metros de vida nada más. Los horizontes amplios incluyen otra paciencia, hacerse tolerante ante la adversidad, crecerse ante las dificultades y los desafíos. Y sobre todo desarrollar la energía de volver a empezar, y seguir, y seguir, una y otra vez.
Es un tipo de pensamientos irracionales en las personas que va creando un círculo vicioso y al fin va generando en el sujeto lo que deseaba evitar, como analizó Ellis, A. un psicólogo famoso.
Las personas que tengan ambiciones y deseen conseguir objetivos más complejos e importantes, justamente lo que precisan es lo contrario, desarrollar ALTA TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN y precisamente esto no es paciencia solo, o una actitud que admita todo, sino superarse, generar otros resultados, fuerza para seguir, acción, lucha, renacer, una y otra vez, acumular energías hasta llegar a lo que se desea conseguir.
A veces en la niñez se le han dado a esa persona muchos caprichos y cuando el niño quería algo, era la actitud de "te lo compro ya mismo". No se le acostumbro a demorar ese deseo. Se le convirtió probablemente sin darse cuenta en alguien caprichoso que si no obtenía lo que deseaba ahora, se enrabietaba.
Por ello conviene acudir al psicólogo para que le ayude a uno a buscar y organizarse en su confusión mental, elegir lo que en realidad quiere, saber hacia donde va. De lo contrario su vida se convierte en un drama.
Para acallar la frustración y la rabia dirigida a uno mismo el ser desarrolla depresiones, alcoholismo, adicciones, enfermedades mentales. Hábitos y comportamientos destructivos.
Pensarlo, elegir, decidir, implicarse, soñar, trabajar y conseguirlo.