Las personas que suelen evitar las relaciones amorosas, en conjunto no le encuentran un sentido favorable en su vida, al menos en esa etapa, o tienen creencias negativas sobre las relaciones y por diversos motivos no le encuentran ventajas.
Disfrutan siendo independientes, se han montado una vida favorable y satisfactoria, y su grado de libertad les compensa el vivir sin lazos emocionales de pareja.
Es fácil que hayan observado fracasos amorosos en amigos, familiares, o lo hayan vivido ellos mismos.
A veces no desean confiar su intimidad y sentimientos en otros para encontrarse después en situaciones complicadas, imprevistas y complejas.
Suelen ser personas reservadas emocional, sentimentalmente y en el conjunto de su sexualidad.
Y su sensibilidad les impide compartir su corazón y su mundo interior, sin tener garantías y compromiso de "no ser heridos".
Con frecuencia temen la falta de sensibilidad del otro, y piensan que ellos no serán correspondidos de forma recíproca.
Suelen sentirse sin defensas, y tienen la impresión de que si se embarcan en una relación amorosa, pueden recibir daño, o que el "otro", no sabrá entenderlos.
Cuando perciben un mayor deseo de cercanía y compromiso por parte del otro, o sencillamente de ellos mismos, que sientan la posibilidad de enamorarse, tratan de distanciarse o romper lo que se había desarrollado hasta ese momento.
Por otro lado son personas que prefieren dedicar sus tiempos y actividades a otros campos de la vida, en los que reciban unos beneficios o un bienestar más seguro.
De hecho, les cuesta, y no les satisface apostar por el mundo de los sentimientos y el amor, ya que lo perciben más vulnerable. Y piensan que su dedicación y esfuerzo no tendrá continuidad.
Entre otras, estas son algunas vivencias y razones que bloquéan el proceso de enamoramiento de algunas personas. No obstante cada caso es particular y puede haber multiplicidad de condiciones, experiencias, y deseos...(SIGUE)...