Después de lo que te viene ocurriendo, si ya eres consciente y deseas mejorar, te conviene identificar cómo lo has vivido tú en particular:
-Si tuviste problemas iniciales y posteriormente no llegaste a intimar por miedo.
-Si fue por ser una persona muy introvertida y tímida y te costaba la relación con los demás.
-Si tenías dificultades en general para las relaciones interpersonales.
-Si te había ocurrido alguna desgracia y dejaste de confiar en las personas...
Tal vez hayas llegado a generalizar un tipo de pensamiento en el que supones que nadie te hará caso, ni interesarás, ni te ayudarán... Y es evidente que habrá personas así y otras que sí tendrán interés en intimar contigo. Con la gran diversidad y variabilidad humana, hay personas a las que sí les podrás interesar y sintonizarás más con ellas.
Lo mejor es desarrollar tu percepción, empatía e inteligencia social para discernir entre la gente. También hay muchas personas valiosas y se puede confiar en ellas.
Puedes desarrollar un tipo de concepción de las relaciones más amplio, donde otros dan el paso, y tu también, no conviene esperar que siempre los otros apuesten por ti sin que pongas algo de tu parte.
Al empezar a confiar, siempre en detalles que no sean fundamentales para ti, la gente también lo hará. Te interesa mucho ir soltándote en lo que sí puedes y mediante el proceso de conocimiento del uno y otro, vas captando y anticipando datos y así ir identificando como es.
Y si en un momento la relación se rompe, al menos no habrás perdido mucho, sin embargo has podido ganar en soltura para la próxima.
Y aprendiendo a ponerte en su lugar, también sabrás más de cómo piensa, la gente también a veces es reservada y no confiará en ti hasta tener más señales de que a ti también te interesa. Y quien sabe, hasta puede que esté pasando por lo mismo que tú.