El conformismo es una actitud ante la vida de las personas, en diferentes situaciones de pertenencia a grupos, aceptando las normas y los esquemas mentales de la mayoría como propias.
A veces es una estrategia personal para sentirse acogidos y acompañados para beneficiarse de un determinado grupo social, aunque personalmente en sus relaciones más cercanas y de intimidad tengan sus propias ideas y discrepe de la mayoría.
Sin embargo, tal como se define en los estudios sobre las investigaciones realizadas en psicología de los grupos, la conformidad y conformismo alude a todo un proceso de aceptación de opiniones, actitudes, sentimientos y acciones de la mayoría, que el sujeto acata, sin crítica ni análisis, y sin elaborar los mínimos filtros para decidir con lo que sí acepta y en lo que se percibe diferente.
La persona conformista se somete al criterio social conjunto de la mayoría, ya que siente un beneficio, una protección, llegándose a identificar.
Y sus razones para ello, van en la línea siguiente: como lo dice la mayoría, tienen razón, o será verdad, o es lo que vale, con una actitud de acuerdo.
Con frecuencia la gente se va integrando en los grupos y va pasando por unos procesos de influencia, hasta que literalmente está tan persuadido que no puede tomar distancias con su "yo subjetivo" para analizar lo que allí ocurre, y se convierte en una fusión con el grupo.
La gente que con frecuencia ha desarrollado menos confianza y seguridad en sí mismos, se funde con los grupos para protegerse de la inseguridad y miedo de ser ellos mismos, temen ser definidos por las diferencias o por sus singularidades y esas posibilidades les disgustan.
Otros por comodidad y pasividad, no han alcanzado el mínimo desarrollo personal para sentirse responsables y libres y se sienten más poderosos perteneciendo a un grupo mayoritario.
La conformidad social, lleva a las personas a vivir unas vidas fuera de su "sí mismo", y como consecuencia de esos procesos de anulación personales, la gente puede enfermar tanto psicológica como psíquicamente.
A veces es una estrategia personal para sentirse acogidos y acompañados para beneficiarse de un determinado grupo social, aunque personalmente en sus relaciones más cercanas y de intimidad tengan sus propias ideas y discrepe de la mayoría.
Sin embargo, tal como se define en los estudios sobre las investigaciones realizadas en psicología de los grupos, la conformidad y conformismo alude a todo un proceso de aceptación de opiniones, actitudes, sentimientos y acciones de la mayoría, que el sujeto acata, sin crítica ni análisis, y sin elaborar los mínimos filtros para decidir con lo que sí acepta y en lo que se percibe diferente.
La persona conformista se somete al criterio social conjunto de la mayoría, ya que siente un beneficio, una protección, llegándose a identificar.
Y sus razones para ello, van en la línea siguiente: como lo dice la mayoría, tienen razón, o será verdad, o es lo que vale, con una actitud de acuerdo.
Con frecuencia la gente se va integrando en los grupos y va pasando por unos procesos de influencia, hasta que literalmente está tan persuadido que no puede tomar distancias con su "yo subjetivo" para analizar lo que allí ocurre, y se convierte en una fusión con el grupo.
La gente que con frecuencia ha desarrollado menos confianza y seguridad en sí mismos, se funde con los grupos para protegerse de la inseguridad y miedo de ser ellos mismos, temen ser definidos por las diferencias o por sus singularidades y esas posibilidades les disgustan.
Otros por comodidad y pasividad, no han alcanzado el mínimo desarrollo personal para sentirse responsables y libres y se sienten más poderosos perteneciendo a un grupo mayoritario.
La conformidad social, lleva a las personas a vivir unas vidas fuera de su "sí mismo", y como consecuencia de esos procesos de anulación personales, la gente puede enfermar tanto psicológica como psíquicamente.