Los sentimientos son un componente central del ser y tienen influencia y repercuten en las habilidades sociales.
Y por ello, es imprescindible cultivarlos para crear una dinámica de desarrollo, crecimiento, maduración y consolidación de las habilidades sociales.
Por ello, hay que conseguir:
-Ser observador de los propios sentimientos,
-Estar atentos al interior para identificarlos,
-Conocer cómo son los propios sentimientos,
-Establecer y crear un espacio propio para poder dialogar y comunicarse con esos sentimientos,
-Poder llegar a expresar los sentimientos, en contextos o personas que merezcan confianza, en función de la situación y el momento,
-Conseguir superar el miedo,
-Saber compartir y expresar afecto,
-Llegar a saber valorarse, y reconocer los propios logros, esfuerzo y metas,
-Desarrollar la empatía y saber entender y comprender los sentimientos de "otros",
-Poder manejar y negociar con sentimientos destructivos de otros como la cólera, la furia y el enfado,
-Conseguir entender y compartir la angustia, la tristeza, y la ansiedad tanto propias, como de otras personas...(SIGUE...)