miércoles, 30 de abril de 2014

AMORES CON UNA PERSONA CASADA / LOVES WITH A MARRIED PERSON (III)


Nadie se asuste, la propia estructura de vivir en pareja puede implicar las infidelidades y los amores de fuera. En muchas ocasiones se observa en consulta que las mujeres se quejan de lo siguiente:

Sí les importa mucho cómo sea la relación entre marido y mujer el resto del tiempo, si hay continuidad o no de buen trato. Se quejan como es normal de que él con frecuencia tiene un comportamiento brusco, irritable, impaciente y malhumorado durante el día, y llegada la noche como sí nada hubiera pasado, necesita relaciones íntimas.

Entendiendo la psicología femenina esto se convierte en un gran problema para ellas. Las mujeres son muy sensibles a las palabras y les duelen y por ello se bloquean en la apetencia de relaciones íntimas y su excitación sexual fracasa. Pretender que todo vaya genial a la noche, después de un día de discusiones como que no. Y esto el marido no lo comprende. Las mujeres tienen el oído muy sensible y son muy receptivas al afecto y cariño, si el trato ha sido brusco, acaban disgustadas.

Esta dinámica es muy difícil de cambiar para algunos hombres, se cansan de insistir y finalmente piensan que si ella no desea relaciones es porque él ya no la gusta, o porque ella es una desganada. En el fondo son hombres escasamente cultivados para la inteligencia emocional y así la dinámica de fracaso que se establece en su relación es la consecuencia de todas esas carencias emocionales.

Y así un día y otro puede que aparezca una persona de fuera. Y la excitación por lo nuevo le lleva a perder totalmente el deseo por la esposa y encontrar la fantasía y la pasión con la recién llegada. 

En este esquema de pareja del hombre un poco primitivo emocionalmente, con un cierto maltrato psicológico a la mujer, es otra de las situaciones donde aparece con frecuencia el triángulo amoroso. De tal forma que la esposa es como sí finalmente es víctima por duplicado, primero por ser maltratada y segundo porque se la echa la culpa de no tener deseos.

Y como en otras tantas ocasiones, esto le sirve al hombre de justificación para así, salir al mundo y encontrar a la siguiente. Y sin saber cuidar a la anterior!  Por ello importa y mucho poner soluciones cuanto antes, no hay justificación alguna para que la esposa tenga que soportar malos humores, brusquedades y agresiones verbales, que deterioran las relaciones íntimas. Así decidir arreglarlo, o si el amor murió, separarse. Urgen resultados, ya que la distancia cada vez puede ser mayor.