lunes, 6 de octubre de 2014

LAS PÉRDIDAS Y EL PROCESO DE DUELO / THE LOSS & MOURNING PROCESS (I)



En el transcurrir de las vidas, son frecuentes las situaciones de dolor producidas por diferentes acontecimientos traumáticos, muerte de seres queridos, separaciones, divorcios, distanciamientos de familiares y otras vivencias dramáticas. 

Situaciones difíciles que implican pérdidas abstractas, como puede ser la decepción por creencias fracasadas, llegar a una organización y comprobar que no es tal y como se había concebido. Otras situaciones, como creer que un trabajo iba a ser satisfactorio y encontrarse con un cambio importante en sus puntos de vista. 

Ambientes muy estresantes, y el afrontar expectativas que no se cumplen, ingeniero que comienza a diseñar proyectos y antes de terminarlos ya se los pasan a otra sección.

Novios que habiendo proyectado ya la boda, se interrumpe. O los impedimentos para conseguir metas y objetivos que significaban un sueño por el que se ilusionaron tanto y finalmente no pudo ser, como un embarazo muy deseado y que terminó fracasando.

Pérdidas de objetos materiales y recursos como rotura de bienes, como puede ser un coche que después de un accidente se vuelve inservible, cultivos destruidos por las tormentas, robos, problemas económicos imprevistos. Distanciamiento forzado de contextos queridos, otra casa, ciudades, paisajes...

Pérdidas de roles y de estatus. Destitución en cargos y puestos de importancia para el sujeto. Cambios a peor en el estilo de vida, entre ellos acceder a un trabajo menos gratificante...

Pérdidas corporales, por accidentes, enfermedades y operaciones. Enfermedades crónicas y deterioro de salud, envejecimiento...

Pérdidas de amistades y lazos afectivos producidas por cambios de escolaridad, de trabajo y por otras situaciones de la vida.

En conjunto son situaciones cotidianas en las vidas, y el tipo de personalidad del sujeto y las circunstancias, influyen para el afrontamiento elaborado por cada uno. En ocasiones ocurren en momentos en los cuales la gente se siente con más recursos personales, económicos, de apoyo familiar y social, y quizás en otros momentos de la vida esa persona está más frágil y desamparado.

Es necesario un trabajo personal semanal, para desarrollar una fortaleza capaz de soportar los eventos estresantes, desgracias, crisis y cambios vitales dolorosos. (SIGUE...)