martes, 1 de octubre de 2013

KISS ME ONE MORE TIME


Así son las palabras frecuentes entre las personas dependientes, no pueden vivir "ni contigo ni sin ti". Una importante enfermedad que abunda en la sociedad actual y que llega a desesperar a las parejas en una situación en la cual no ven las salidas. 

Cuando la otra persona está ausente la echan de menos, piensan que la necesitan para todo y que no irán a sitio alguno sin ella, o no podrán iniciar proyecto alguno, ya que están dependientes de sus sugerencias, opiniones o puntos de vista. 

Pero todo esto cambia cuando el otro llega y están cerca. Comienza a aparecer una irritación interior en su presencia, como si saltaran todas las alarmas y pensaran que rabia, ya está otra vez aquí, que estorbo. 

Al verse tan dependientes de una persona que en realidad no les gusta, solo la tienen ahí por lo que puedan necesitar en un momento y porque no se sienten fuertes y confiados en sí mismos. Se aman y se odian a la vez. 

Rompen la pareja se mandan mutuamente "de paseo" y ya piensan que es la definitiva, "por fin, para siempre me libro de él". Al rato, que puede ser unas horas, un día o como mucho dos, comienzan de nuevo a enviarse mensajes y llamarse, pedirse perdón y prometerse que nunca más se dejarán, que fue un enfado momentáneo pero que en realidad se aman mucho. Pasada la tormenta y todas las discusiones, sale el sol. 

Todo se vuelve de nuevo maravilloso y creen que nunca más volverán los conflictos ni las discusiones y que en realidad están hechos uno para el otro. El amor y los besos arrecian con pasión puesto que creyeron que ya no se verían más. Y como ahora se vuelven a tener uno junto al otro, las relaciones íntimas les saben mucho mejor, aplicándose en la situación con mucha fuerza, casi haciendo el amor con desesperación. 

Y así calman de nuevo sus temores de quedarse solos, con la satisfacción de que el otro permanece ahí, al lado y que nunca más se irá. En un tiempo más o menos corto, mucho más corto del que pensaron, surgirán de nuevo las frustraciones personales de cada "yo" no atendido, disfrazado de diferentes puntos de vista, los celos, la rabia y la irritación que cada uno tiene con su interior y que proyecta en el otro.


Es el interior de cada uno no resuelto el que se proyecta en el otro, el que está necesitado de atenciones propias, el que urgentemente está pidiendo atenciones. Y la persona, ciega y sorda con las antenas estropeadas, no discrimina de donde proceden esas llamadas de socorro, ¡son de su propio interior que necesita ser trabajado, escuchado y visto¡ Y así día sí y otro también, creyendo que su felicidad está en la pareja, en la otra persona. 

De la ruptura a la sobrevaloración amorosa. De la saturación sexual a la fuerte necesidad de ser besados, abrazados y todo lo demás, un día más. Conviene como sugerencia afinar la percepción y dirigir los sentidos hacia adentro. Ahí está alguien muy necesitado de amor y de besos.