domingo, 13 de octubre de 2013

THE KISSES


Otro componente esencial más de la comunicación humana, que transmite en un gesto cantidad de información a las personas y puede servir a la gente de forma rápida para procesar datos  y tomar decisiones sobre si el sujeto que está besando conviene o no para seguir en la vida de uno. 

Ello puede ser muy relativo en función de si la persona está atenta y consciente y lo valora o no. Este lenguaje del beso puede ser poderoso, estimula los sentimientos de apego, ternura, afecto y cariño. Todo está en función del contexto en que se compartan o expresen. 

También puede ocurrir lo contrario, que después de besarse se perdiera el interés por la pareja incipiente. Esto fue lo que  demostraron Gallup, Hughes y Harrison en la investigación “Psicología del beso romántico” y publicado en la revista “Scientific American Mind”. Con lo cual sí se demuestra que posee el valor de prueba o tests para muchas personas. 

En general, entre los tipos de besos están los “besos pasionales”, muy cargados de erotismo y sexualidad, y forman parte del cortejo de pareja y las relaciones íntimas. En internet vienen cantidad de listados, a veces muy descriptivos, que detallan todo tipo de caricias que aplica tanto el que da el beso como el que lo recibe. 

Entre los componentes de la pareja, puede haber uno pasivo, otro activo o activos los dos. Los besos pasionales suelen formar parte de momentos íntimos y en general son el preludio y la continuación de la relación sexual, y como todo lo que existe en la vida hay variedad de preferencias, desde la persona que sí disfruta con ellos y los reparte y solicita, hasta otros que prefieren centrarse en áreas anatómicas diferentes. 

Otros tipos de besos, “los íntimos” suelen darse en las etapas del enamoramiento y tienen un potencial estimulador, como ocurre también en el tipo de besos sexuales, de un conjunto de hormonas, y aminoácidos. Entre los descubiertos hasta el momento presente, están las feromonas, oxitocina, endorfinas, luliberina, estrógenos, testosterona, vasopresina, serotonina, dopamina, epinefrina, fenilalanina, etc… Todos estos compuestos de la neurobioquímica cerebral actuando simultáneamente, consiguen transformar las sensaciones personales y producen en la pareja que lo vive efectos intensos de bienestar, placer y fortalece la conexión con la persona que los está compartiendo. 

Por otro lado están los “besos tiernos y amorosos” entre personas que se quieren, parejas o familiares y que son los más frecuentes en el día a día, una forma de comunicar que se forma parte de un grupo familiar, de conocidos, un saludo cariñoso en una presentación, etc… Y el tipo de besos “afectivos”, (aunque afectivos son todos), son los que se dan para comunicar una aceptación, familiaridad, saludo, una cortesía, predominan en la mejilla o la mano a veces. 

“Los besos de manipulación”, forman parte de las personas que sin vivirlo con el sentimiento correspondiente al afecto, familiaridad, cortesía, o pasión, según el momento, lo practican como un elemento más de la comunicación perversa y manipuladora para conseguir en el receptor un efecto deseado. En cuanto a las diferencias hombre mujer, los hombres lo realizan más para buscar la excitación sexual de la pareja y las mujeres centran más el objetivo en crear vínculos duraderos, según la psicóloga Hughes, de la Univ. de California, incluso para la mujer puede romper la magia de una relación, mientras que para el hombre puede ser menos importante. 

También afirma que después de la relación al hombre no le gusta y a la mujer, antes, durante y después. El hombre en su saliva pasa testosterona a la mujer e incrementa su excitación sexual, Fisher (2009). Valorando todas estas prácticas y curiosidades del beso y la comunicación humana, conviene tener presente que los humanos son personas holísticas, y por ello, además del beso, influye todo el ser que lo realiza.