sábado, 5 de octubre de 2013

PARENTAL ALIENATION DISORDER


Parece que es un tipo de "lavado de cerebro" que realiza un progenitor con el objetivo de que el hijo desarrolle sentimientos de rechazo y odio hacia el otro. En la mayoría de ocasiones se trata de madres con trastornos emocionales que desarrollan una obsesión y paranoia hacia el que fue su marido, a veces estas madres llegan a idear e incluso casi creerse situaciones extremas como que el padre pudiera llegar a abusar de los hijos. 

Estos lazos emocionales que se crean madre-hijos contra el padre se llegan a desarrollar como un vínculo enfermizo y patológico, incluso llegan a compartir estas suposiciones de la madre y a desarrollar un auténtico rechazo hacia el padre, hasta el punto de llegarse a poner enfermos previamente a los días que les toca visitarlo. 

Todo ello también puede ocurrir al revés, padre hacia la madre, aunque se presenta en un mayor número de casos de madres hacia el padre. El trastorno mental de la madre, influye muy negativamente en la construcción psicológica del hijo, ya que el niño va creciendo con un odio hacia la figura paterna y elaborando unos esquemas negativos en relación al padre y con ello esquemas cognitivos muy deteriorados hacia la figura masculina. Ello perjudica no solo en el presente, sino que tendrá unos efectos negativos a largo plazo cuando el niño llegue a ejercer ese rol de padre, o bien en un sentido más amplio desarrollando rabia y odios hacia la autoridad en general, en función de cada caso. La madre, en su ceguera, no repara en el daño que está haciendo a su hijo, según Gardner (1985), es una forma de maltrato infantil. 

En conjunto para identificar los síntomas, es preciso tener en cuenta algunos o varios de los siguientes indicadores, como que el hijo no tiene razones concretas o fundamentadas de porqué odia al padre y no lo quiere ver, dice o aplica frases exactas que oyó a la madre, o razones que se aprendió de memoria por exigencias de esta. O sencillamente repite lo que oye a diario. 

Se le aprecia cómo se le han ido contando mentiras relacionadas con el otro progenitor para que lo vean como mala persona y que les puede hacer daño y así conseguir meterles miedo para que se alejen de él y no deseen estar juntos. Comentarlo a toda la familia para buscar apoyos y coaligarse con ellos y así entre todos hacer más fuerza en el hijo para que le coja más odio al otro. Poner múltiples dificultades e impedir que convivan con el progenitor o que lo vean. 

Reírse de los sentimientos del hijo hacia el padre, despreciando sus sentimientos. Reforzar los comportamientos del niño cuando manifiesta un desprecio y odio hacia su padre, llegando incluso a premiarlo comprándole juguetes o con refuerzo social, valorando su actitud negativa hacia el padre o madre. Y en esta línea, otros comportamientos que puedan aparecer según los casos. 

En resumen un daño que se ejerce sobre un menor que sin culpa alguna sufre y es víctima de malos tratos y abuso infantil por parte de un progenitor, que por su resentimiento, o envidia, odio, rabia, frustración y venganza, o un poco de todo ello junto, esté destruyendo el equilibrio psicológico de su hijo, con tal de perjudicar a su ex. 

En realidad eso no es amor hacia la prole, lo que en cambio evidencia es que está utilizándolo para materializar toda su agresividad contra el ex. Conviene tomar conciencia de esta situación y tratar de solucionarlo a tiempo ya que de lo contrario se multiplicarán los problemas psicológicos del hijo, de la víctima que sin saber ha caído en la estrategia psicopatológica de uno de sus progenitores contra el otro y como víctima llegará a sufrirlo toda la vida. 

Siempre conviene que sea quien sea la persona de la que la gente se separe, para la persona del hijo, siempre será su padre o su madre y en su presencia, respetarlo siempre.