Uno de los mecanismos de defensa frecuentes, que utiliza el "yo", para defenderse de la angustia, es la REGRESIÓN. En situaciones y circunstancias de la vida, cuando una persona tiene que afrontar situaciones que le desbordan, y que se presentan repentinamente, o se van desarrollando gradualmente, pero que agotan sus recursos, es fácil que se sienta angustia, con ansiedad, temores, estrés.
Cuando esto ocurre, y el "yo", por así decirlo "huye de esa realidad que le desborda", aflora este mecanismo de vuelta al pasado, regresar a etapas anteriores de su desarrollo, ya conseguidas anteriormente. Implican pasos hacia atrás, parece que la persona recuerda otros momentos de su vida cuando se sentía más protegida y más segura y vuelve a comportamientos de antes, acomodándose en ellos.
La regresión implica que el sujeto vuelve a los esquemas previos, puntos de vista, comportamientos, expresiones, actividades, etc... como si implicaran un refugio en la etapa evolutiva o periodo el que sí supo moverse y vivirlo con más facilidad. Implica un retorno, un estancamiento, un desplazamiento al pasado, una huída.
Puede ocurrir ante cualquier desafío de la vida, en función de la personalidad de cada sujeto. A veces genera una situación muy confusa entre los familiares, incluso porque al volver a edades anteriores, su grado de responsabilidad se vuelve disfuncional y pueden caerle los problemas que no se siente con capacidad para resolver a las personas de su familia.
Cuidado en las relaciones de pareja con las cargas económicas, ya que a veces si uno se asusta y se encoge en su caparazón del pasado, regresando a periodos adolescentes, llega a perder el control de responsabilidades y cargar con los problemas a la pareja.
La Terapia Psicológica, en función de cada caso, implicaría en general, ayudarle a superar esa etapa de regresión y que desarrollara estrategias para afrontar los desafíos de la vida de una forma más gratificante y eficaz para conseguir anticiparse a los problemas y poder gestionarlos.