Entre los amigos a veces surge la envidia con fuerza, parece que a algunas personas les molesta ver felices a los demás y no soportan que los "otros", tengan más o sean mejores.
Posean más bienes, más inteligencia, mejor posición social. Y cuando en su interior se comparan y en algo se perciben "menos", les entra una frustración y rabia de no poder "tener tanto como ellos", o ser "como ellos".
Cada persona es un mundo y tiene sus vivencias específicas que pueden haberle conducido a ello. En general, los factores personales centrales que generan la envidia, son los siguientes:
Los procesos cognitivos utilizan la comparación como un programa más de la inteligencia. Siempre comparan todo, dimensiones, cualidades y mil formas de lo real.
Y aquí se requiere intervenir en esos procesos de pensamiento, en lo referente a los demás, para reflexionar sobre la diversidad del mundo y que entre los siete mil millones de humanos (según dicen) que pueblan el planeta, ninguno es igual.
También ocurre el hecho de compararse, cuando las personas se sienten más vacías y frustradas en sus vidas, sin haber descubierto sus pasiones y sus aficciones, en un trabajo no gratificante, y en una vida que sienten se les va de las manos. El sufrimiento les hace sentirse más perdidos y con escaso potencial para elegir y decidir sobre sus preferencias. Y sienten mucha envidia por otras personas que aprendieron a disfrutar en el día a día con sencillos detalles.
Otro factor clave en la envidia, son las comparaciones desde niños que escucharon de sus progenitores. Con el hermano, el primo, los vecinos, compañeros de clase. Esto es fatal. Tanta gente que lo recuerda como un daño repetido, por parte de su madre o padre.
Las comparaciones, son ataques directos a la autoestima, destruyen la autoimagen de la persona y anulan la confianza en sí mismos.
Y otro factor de trampa central generador de envidia, es cuando la gente fijándose en unos datos de la otra persona solamente, se pone a comparar. Es evidente que cada persona tiene muchos componentes vitales, experienciales y mentales, y comparar con otr@ para concluir si es mejor o peor, es un error.
Quién sabe todo, todo, de los demás para conocer cómo es su vida por dentro?. La gente no lleva etiquetas en la frente mostrando su sufrimiento en público.
Cuantas personas que se comparan y se ven de menos, si supieran en realidad lo que existe en el interior del otr@, con el que se están comparando, sus angustias, sufrimientos, tristezas, cambios emocionales, saldría corriendo, y pensando lo contento que está en su propia vida...!