Como decía Platón, la oratoria es: "Ganarse la voluntad humana a través de la palabra". O para Aristóteles: "La capacidad de, llegado el caso, elegir según las circunstancias el método adecuado con el fin de convencer al contrario".
Y es que no se trata siempre de tener que convencer a otros de las propias opiniones o creencias únicamente, sino de poder expresar uno su propio "yo" psicológico, su lugar, sus conocimientos, sus pensamientos, sentimientos, vivencias, es decir, poder comunicarse con unos niveles de calidad suficientes, para llegar a unos grados de satisfacción y entendimiento.
El arte de hablar bien en público, se aprende y se desarrolla como otros aprendizajes que la persona puede realizar.
Y con toda confianza y seguridad, si se decide, se pone intención y se practica, se despliega un proceso delante del sujeto que le capacita para ir creciendo en esa dirección.
Es evidente que con una predisposición personal será más fácil. Sin embargo no está vetado para el resto de los humanos:
-Ir leyendo para ampliar el vocabulario y entrenarse con palabras nuevas,
-Estructurar en lo posible el discurso,
-Desarrollar la respiración abdominal,
-Cultivar la entonación,
-Entrenarse en la acentuación oportuna,
-Solucionar los errores probando una vez más,
-Cultivar el desarrollo de la personalidad,
-Y comprender que en muchas ocasiones esas personas que parecen poseer una importante fluidez verbal y soltura, es la consecuencia de mucho tiempo practicando.
Al fin es un don que todas las personas pueden desarrollar, aprender y crecer en ello, y con seguridad, llegarán a alcanzar ese arte de la oratoria:
..."El arte de hablar"..."El arte de convencer..."
Y es que no se trata siempre de tener que convencer a otros de las propias opiniones o creencias únicamente, sino de poder expresar uno su propio "yo" psicológico, su lugar, sus conocimientos, sus pensamientos, sentimientos, vivencias, es decir, poder comunicarse con unos niveles de calidad suficientes, para llegar a unos grados de satisfacción y entendimiento.
El arte de hablar bien en público, se aprende y se desarrolla como otros aprendizajes que la persona puede realizar.
Y con toda confianza y seguridad, si se decide, se pone intención y se practica, se despliega un proceso delante del sujeto que le capacita para ir creciendo en esa dirección.
Es evidente que con una predisposición personal será más fácil. Sin embargo no está vetado para el resto de los humanos:
-Ir leyendo para ampliar el vocabulario y entrenarse con palabras nuevas,
-Estructurar en lo posible el discurso,
-Desarrollar la respiración abdominal,
-Cultivar la entonación,
-Entrenarse en la acentuación oportuna,
-Solucionar los errores probando una vez más,
-Cultivar el desarrollo de la personalidad,
-Y comprender que en muchas ocasiones esas personas que parecen poseer una importante fluidez verbal y soltura, es la consecuencia de mucho tiempo practicando.
Al fin es un don que todas las personas pueden desarrollar, aprender y crecer en ello, y con seguridad, llegarán a alcanzar ese arte de la oratoria:
..."El arte de hablar"..."El arte de convencer..."