Cuando te relacionas puedes construir paz y cercanía, alegrías y satisfacciones, distancias, dolor, o incluso crear más conflicto.
Y es que todo depende de lo que busques y sobre todo de cómo organices tus intervenciones.
Poner tu esfuerzo y la intención, te llevarán lejos. Recuerda que siempre estás aprendiendo y aunque no te resulte las primeras veces, también te vas a desarrollar en ello.
Para tener una comunicación de calidad que lleve a relaciones gratificantes, necesitas valorar la comunicación no verbal, los silencios, y las pausas.
Cuando existen esos espacios "vacíos", se activa en las personas su intuición, es como si su interior se manifiesta, y también fluye la creatividad. Otros horizontes surgen, hay que darles su tiempo...
No tienes que someterte obligatoriamente a las frases anteriores que el otro ha dicho, puedes desmarcarte y exponer lo tuyo.
Para empezar decide de forma clara comprender la intención positiva de tu interlocut@r. Si no la encuentras, poner atención, a veces no es todo oro lo que reluce.
Contempla la posibilidad de la presencia de errores, ni tú ni el otr@ sois perfectos. Ni las circunstancias lo son.
Reflexiona sobre lo que marcará el camino, es decir, los objetivos y metas en común. Incluso puedes atreverte a redefinirlos.
No permitas que tu cerrazón, cuadriculatura, o el orgullo bloqueen tu mente. Si es necesario cambia de opinión. Las personas dogmáticas ya tienen una postura de exclusión del otro, cuidado...!
Elige el dialogo, sois dos personas, hay un "nosotros", hay un "otr@" y "tú".
Implicarte en negociar es inteligente, la otra persona también tiene su espacio, como tú. A veces hay que reconocerlo y valorarlo, las ideas del otro, pueden ser muy enriquecedoras.
La flexibilidad es imprescindible cuando explicita sus deseos, los escuchas y atiendes la combinados con los tuyos.
Y sobre todo, te conviene saber que la mayoría de las veces, podéis crear otra sesión para continuar... después de haber reflexionado...
Y es que todo depende de lo que busques y sobre todo de cómo organices tus intervenciones.
Poner tu esfuerzo y la intención, te llevarán lejos. Recuerda que siempre estás aprendiendo y aunque no te resulte las primeras veces, también te vas a desarrollar en ello.
Para tener una comunicación de calidad que lleve a relaciones gratificantes, necesitas valorar la comunicación no verbal, los silencios, y las pausas.
Cuando existen esos espacios "vacíos", se activa en las personas su intuición, es como si su interior se manifiesta, y también fluye la creatividad. Otros horizontes surgen, hay que darles su tiempo...
No tienes que someterte obligatoriamente a las frases anteriores que el otro ha dicho, puedes desmarcarte y exponer lo tuyo.
Para empezar decide de forma clara comprender la intención positiva de tu interlocut@r. Si no la encuentras, poner atención, a veces no es todo oro lo que reluce.
Contempla la posibilidad de la presencia de errores, ni tú ni el otr@ sois perfectos. Ni las circunstancias lo son.
Reflexiona sobre lo que marcará el camino, es decir, los objetivos y metas en común. Incluso puedes atreverte a redefinirlos.
No permitas que tu cerrazón, cuadriculatura, o el orgullo bloqueen tu mente. Si es necesario cambia de opinión. Las personas dogmáticas ya tienen una postura de exclusión del otro, cuidado...!
Elige el dialogo, sois dos personas, hay un "nosotros", hay un "otr@" y "tú".
Implicarte en negociar es inteligente, la otra persona también tiene su espacio, como tú. A veces hay que reconocerlo y valorarlo, las ideas del otro, pueden ser muy enriquecedoras.
La flexibilidad es imprescindible cuando explicita sus deseos, los escuchas y atiendes la combinados con los tuyos.
Y sobre todo, te conviene saber que la mayoría de las veces, podéis crear otra sesión para continuar... después de haber reflexionado...