Tal vez habías pensado que para ser un buen amante necesitas tener unas cualidades sexuales excepcionales o tener una experiencia extraordinaria.
Y es que para ser un buen amante, necesitas lo primero tener empatía.
Cuando sientes complicidad hacia tu pareja, afecto y cariño, toda la comunicación mejora y así se van desarrollando otros componentes esenciales:
-Las caricias,
-La ternura,
-Los abrazos,
-Los mimos,
-Compartir tiempos de palabras y de silencios, de aficiones y de desafíos.
Los mejores amantes, son así, hacen sentir feliz a su pareja también en otros momentos de la vida, no solo en el momento de la relación íntima.