Algunas personas sensibles, tienen la costumbre de exteriorizar sus emociones y sensaciones. Esto podría no ser un problema en sí mismo, ya que toda persona tiene derecho a vivir según su propia espontaneidad y naturaleza, cuidando de no dañar a otros.
Lo que sí se puede convertir en un problema para las relaciones, es cuando alguien lo toma como una oportunidad para criticarte por ello.
Que si eres demasiado sensible, que si dramatización, que si sensiblero...
Tomando como referencia la inteligencia emocional, expresar las emociones es el punto fuerte de muchas personas, vibran y se emocionan con los hechos cotidianos, y lo emocional forma parte de su lenguaje, como de todos los humanos.
Es un grado más profundo de consciencia, sintiendo las emociones y la energía de otras personas, de los hechos y del mundo, la felicidad y el dolor...es la vida...
Sin embargo, a pesar de las críticas, estas personas tienen el potencial emocional de soñar, de amar y perdonar incluso a quienes les hacen daño, sueltan y se desprenden de emociones dañinas, es su día a día, están acostumbrados a gestionar ese mundo de energías emocionales con una cierta facilidad...y si las emociones son dolorosas, también con su sufrimiento.
Al fin tienen el don de pensar profundizando sobre las personas, el mundo y la vida. Y eso puede servirles para depurar y conseguir cambios.
No todo el mundo ni todas las personas con las que te relacionas tienen que comprenderlo. La diversidad de la vida es así, hay de todos los tipos de perfiles personales, y aunque en este caso es un don, un filtro para captar infinidad de matices, hay gente que tal vez le cueste entenderlo.
Lo mejor en estos casos sería que aprendan a respetar la diversidad, sin críticas, desprecios o humillaciones. Hay gente que es así y punto. Tienen derecho y no están locos...!...(SIGUE)...