Con frecuencia las parejas después de una ruptura, intentan de nuevo una oportunidad. Las razones pueden ser múltiples, cada pareja es un mundo y las experiencias habidas son muy variadas.
Y desde la ruptura puede que hayan tenido dudas y cierto miedo en volver a enfrentar la vida a solas.
Incluso en la distancia algunos aprovechan a valorar todas las cualidades que conocían en el otro, minimizando los defectos.
También puede ocurrir que el estar habituados y acomodados al otro, les lleve a crearse unas expectativas favorables, después de los roces que les llevaron a romper.
Siempre que el pasado no marque el patrón, el intentar de nuevo el encuentro, puede tener mejores resultados.
Y es que la existencia de una etapa no se puede convertir en un esquema de referencia. La gente cambia y la pareja también, es posible que ahora sean diferentes.
El desafío para superar la ruptura está en volver a descubrir las mejores intenciones en el otro, los valores y las actitudes hacia la unión.
Tener en cuenta las exigencias de la fase de encuentro, y posteriores, las dos personas necesitan amarse, no solamente uno.
Amarse determina una gran diferencia con enamorarse...ya que esto último puede ser el estado de uno... no de los dos...
Ser conscientes y potenciar la comunicación...