Antes de decidirte a poner fin, te conviene clarificar algunos puntos:
-Reflexionar en los motivos que tienes para terminar,
-Son tal vez defectos en el otro que sacan lo peor de ti, y no deseas soportarlo más...?
-Tal vez uno de los dos necesite pensar sobre varios aspectos de la vida, darse un tiempo para la reflexión, o para encontrarse a sí mismo, y eso no significa que tenga que acabar con la relación,
-Se han acumulado varios problemas y no saben por dónde salir,
-Alguno de los dos está pasando por un periodo de estrés,
-Ocurrió alguna discusión o roce, se dijeron palabras mayores, y el otro siempre lo está recordando,
-Existen problemas en la familia política y les afecta saturando los que ellos ya tienen...
Y de este modo la toma de decisiones irá seguida de un proceso de meditación, sabiendo en profundidad qué es lo que se desea y dónde se quiere llegar, y no una decisión tomada en un momento de agotamiento mental y confusión del que puede que se arrepientan o les lleve a una etapa más perjudicial.