Desde la perspectiva de Maslow (1968), la felicidad es
tanto un resultado de una vida con componentes felices, como un factor que
contribuye a acelerar el desarrollo.
Propone que junto
con la “alegría” y las “experiencias límite”, la felicidad acompaña al
crecimiento hacia la propia autorrealización. Se da lo mejor de sí al verse
propulsados por una “motivación continua”: es decir, “atraídos” por el placer
de los resultados. La felicidad actúa como un acelerador del crecimiento y evolución personal,
abriendo camino hacia intereses que van más allá de los problemas de uno mismo.
La psicología moderna ha investigado sobre los
efectos que produce en una vida el ser una persona más feliz, y entre los
hallazgos están:
--Procesos cognitivos: conciencia más aguda, ampliando el campo de la
percepción y la atención, estimula la actividad, y con más entusiasmo, más esfuerzo, utilizado al máximo
las posibilidades, con mejores rendimientos en el aprendizaje y más éxito en
las tareas y en la preparación. Además, en los pensamientos son más
independientes y más fluidos con buen humor y está más orientado hacia el aquí
y el ahora. Hay menos tendencia a refugiarse en las reminiscencias del propio
mundo interior. La felicidad conduce a una actividad entusiasta más que a una
pasividad satisfecha. El sentimiento placentero proporciona un efecto energizante,
con más actividad y enérgia, teniendo cada día más productividad y más
eficacia.
En conjunto, la felicidad
estimula y fomenta la creatividad. Más abiertos al mundo, con una visión más amplia. En realidad se descubrió que las personas más infelices
son más tendentes a echar la culpa a otros o al mundo en general.
--Relaciones: facilita las relaciones y
contactos sociales, con la esposa e hijos, y con la sociedad. En general, estimula
el compromiso activo y abre el
camino a todo tipo de encuentros auténticos, la infelicidad lleva a la
preocupación por uno mismo. La persona más feliz siente más “empatía” y es más
“sensible socialmente, están más interesados por el prójimo y por los problemas
estando más atento a las necesidades y emociones de otras
personas y tienen un mejor funcionamiento social, estimulado por el compromiso social, y menos absorbidos por problemas personales. Estas
capacidades son cruciales en los contactos con niños; especialmente con
los niños pequeños. Una relación pobre con los padres puede dañar severamente
la salud mental del niño, (Fromm 1962) afirma: “... una madre no sólo ha de ser
una buena madre sino también una persona feliz...”
El individuo feliz y en desarrollo
es capaz de involucrarse con los demás y no de usarlos para rellenar
vacíos.
--Salud: contribuye a una buena salud. La felicidad llevada más allá amortigua el
estrés preservando así la salud y alargando de algún modo la vida. Las
actitudes positivas funcionan como un amortiguador del estrés. Un punto de
vista positivo del mundo significa que los eventos de la vida que producen
estrés son percibidos como retos y no como amenazas. La mala suerte duele menos
porque uno puede tirar de cierta reserva emocional. Los efectos protectores de
este tipo son atribuidos normalmente a una alta auto-estima de la propia
“competencia” al tratar con los problemas de la vida y al “apoyo social”
percibido. Cuanto más disfruta uno de
la vida, mejor soporta los reveses.
La frustración crónica tiende a incrementar la
vulnerabilidad hacia la enfermedad. El descontento con la propia vida como un
todo, afecta negativamente a la salud.
En general, estar de buen humor y tener una actitud positiva hacia la vida, están muy
relacionados. Cuanto más satisfecho está uno con la vida, más a menudo se está
de buen humor. La disminución del humor iba acompañada de una merma
tanto de los sentimientos como de las actividades en curso. En su filosofía de
vida, las personas más deprimidas daban relevancia a “la inevitabilidad del
sufrimiento y la reclusión”, mientras
que los jubilosos hablaban más bien de probar fortuna “conociendo gente nueva”
y “ampliando los intereses”.
Estos resultados de investigaciones en conjunto sugieren que los humanos
funcionan mejor cuando disfrutan más de la vida y siendo con ello más felices.