miércoles, 14 de diciembre de 2011

LOS BENEFICIOS DEL DEPORTE




Están ya demostrados desde hace tiempo para la salud general, y para la salud sexual también. Disfrutar de una vida erótica de calidad, requiere de algunas condiciones que la enriquecen: “mens sana in corpore sano”. Si el buen estado de ánimo, la satisfacción por la vida y la pareja importan, también es imprescindible una disposición, el deseo, la intención, como dice el Dr Wayne W. Dyer en su libro “El poder de la intención”. Unas circunstancias perfectas para las relaciones tal vez no existan. 

Por ello dando un paso más y diseñando unas cuantas estrategias, se consigue más. En el caso del deporte aporta a la persona tantos puntos para este fin que conviene incluirlo y darlo valor en las vidas. Según Villers, el deporte incrementa la sensación de bienestar al producir un efecto de euforia, al liberar endorfinas e incrementarse el deseo sexual en ambos sexos, con el incremento de la producción de testosterona. La sexualidad mejora especialmente también por las endorfinas que actúan como neuromoduladores y ello contribuye a incrementar el flujo sanguíneo, por un lado y además eleva el estado de ánimo y la euforia que predispone a una mejor comunicación y relación de pareja. 

Entre los deportes más recomendados se plantean las prácticas aeróbicas: caminar, correr, nadar, subir escaleras, bailar, remar, tenis, esquiar, paddle, squach, entre otros, unas tres veces por semana, incluso se pueden combinar algunos más intensos un día, con otros más suaves otros días y siempre en función de edades y estado físico. Por otro lado interesa eliminar los tóxicos, alcohol, tabaco, drogas, y cuidado con los medicamentos inhibidores de la libido. Sí es cierto que grandes deportistas pueden sufrir problemática sexual como cualquier ciudadano, fobias, crisis de identidad sexual, conflictos con la pareja, disfunción eréctil, eyaculación precoz, vaginismo, disminución del deseo, anorgasmia. En otros casos hay gente que sufren patologías sexuales, y realizan los deportes de forma compulsiva, forzándose en los gimnasios a toda máquina, canalizando así su potencial, y luego en las relaciones íntimas se sienten extenuados, evitándolas en lo posible. 

En estos casos de personas con patologías lo más recomendable sería tratarlo y solucionar los problemas. Es cierto, excesos aparte, que una vez más en la vida, mantener un equilibrio, resulta de lo más saludable. Y es precisamente la contribución del deporte al bienestar psicológico general lo que a su vez interviene en el mantenimiento de las relaciones sexuales de calidad. Actúa como un factor anti-estrés, contribuye a mejorar los estados depresivos, relaja los bloqueos de las personas con patología ansiosa y fóbica y contribuye a mejorar la imagen corporal, la seguridad y la confianza en uno mismo. Y en lo concerniente al encuentro sexual en sí mismo, una persona que regularmente hace deporte, tiene una mejor respiración y circulación sanguínea, una tonicidad corporal mayor, una elasticidad y una resistencia que todo ello a su vez son esenciales y necesarias para mantener la dinámica que completa una sexualidad más apasionada, excitante y satisfactoria para los participantes. Fluyen el cuerpo y la mente y se crea un erotismo de más alto nivel. 

En el caso de personas sedentarias sería oportuno que desarrollasen el amor al deporte, y gradualmente ir practicando, ya que puede ocurrirles como a esas personas que sin desarrollar su sentido del gusto o del olfato, aunque tengan ante sí manjares exquisitos al no haber cultivado esos sentidos, no lo pueden apreciar y valorar con el alcance que ello se merece. Conviene recordar que el sexo (junto a otros aspectos esenciales de la vida) es la mejor terapia para una multiplicidad de aspectos vitales y factor esencial para la salud personal y la relación de pareja.