Asesinato ?
Sí, una persona se puede convertir en asesino en función de algunas características personales, sus circunstancias vividas y el tipo de familia donde nació.
Además el éxito social en lo profesional no garantiza un equilibrio de pensamientos, sentimientos y acciones en lo personal.
Otro factor influyente son las expectativas que tenga de la vida.
En ocasiones las relaciones padres hijos no han sido satisfactorias.
Puede que hayan sido una fuente de conflictos y esa persona haya crecido con mucha rabia, frustración, envidia y culpas. Así como suena.
Posteriormente en el transcurrir de la vida puede que no haya sabido o podido organizarse de la mejor forma posible y así con tanta desorganización mental, cualquier cosa puede ocurrir.
Por otro lado puede darse el caso de que esta persona tomara medicación psiquiátrica.
Hay que leer los efectos secundarios. La medicación psiquiátrica no compone el interior, solo contribuye de forma bioquímica, pero un ser humano es una persona neuro-bio-psico-social-espiritual y la medicina no trabaja en todo eso.
Es la persona con el especialista que le ayuda en su evolución y crecimientos en sus emociones, sentimientos y vivencias dolorosas, le ayuda a que el paciente vaya gradualmente sacando lo mejor de sí mismo y metabolizando esos sentimientos negativos que le tienen atrapado.
De lo contrario cualquier día con cualquier circunstancia imprevista, todo puede explotar y así convertirse uno en asesino.
Lo que nunca, quizás, hubiera pensado de sí mismo.
Es cierto que en la actualidad se tiene demasiada fe en la medicación psiquiátrica.
En un congreso internacional en Berlin, noviembre del 2012, psiquiatras y neurólogos ya expusieron investigaciones llevadas a cabo en estos últimos años, incluso con un seguimiento a pacientes prolongado, hasta 10 años y allí se describieron importantes hallazgos.
La terapia psicológica tiene mejores resultados a medio, corto y largo plazo, y no la medicina.
Se dijo también que la medicación puede ser el tipo de terapia necesaria e imprescindible para enfermedades como la esquizofrenia o la psicosis, pero para el resto de enfermedades mentales, no.
También se dijo allí que algunos medicamentos producen efectos adversos como la depresión, impulsividad, etc... conviene que la gente lea los prospectos para saber donde se mete.
Imprescindible trabajar con el especialista las emociones, sentimientos, valores, creencias, expectativas, hechos, relaciones, ambiente y circunstancias presentes. Y esto con una pastilla no se resuelve.
Sí es cierto que los laboratorios farmaceúticos cada día están investigando otras posibles enfermedades psicológicas para ponerle etiquetas y así tener otro grupo más de medicamentos para vender.
El ser humano es algo más. La química está bien cuando hace falta, pero como bien se ve, no es la panacea.
Las personas son seres neurológicos, biológicos, con su psique, sus relaciones y su espiritualidad.
La química sólo puede atender a un componente de estos. El resto de factores queda desatendido. Y así cualquier cosa puede ocurrir.
Además el éxito social en lo profesional no garantiza un equilibrio de pensamientos, sentimientos y acciones en lo personal.
Otro factor influyente son las expectativas que tenga de la vida.
En ocasiones las relaciones padres hijos no han sido satisfactorias.
Puede que hayan sido una fuente de conflictos y esa persona haya crecido con mucha rabia, frustración, envidia y culpas. Así como suena.
Posteriormente en el transcurrir de la vida puede que no haya sabido o podido organizarse de la mejor forma posible y así con tanta desorganización mental, cualquier cosa puede ocurrir.
Por otro lado puede darse el caso de que esta persona tomara medicación psiquiátrica.
Hay que leer los efectos secundarios. La medicación psiquiátrica no compone el interior, solo contribuye de forma bioquímica, pero un ser humano es una persona neuro-bio-psico-social-espiritual y la medicina no trabaja en todo eso.
Es la persona con el especialista que le ayuda en su evolución y crecimientos en sus emociones, sentimientos y vivencias dolorosas, le ayuda a que el paciente vaya gradualmente sacando lo mejor de sí mismo y metabolizando esos sentimientos negativos que le tienen atrapado.
De lo contrario cualquier día con cualquier circunstancia imprevista, todo puede explotar y así convertirse uno en asesino.
Lo que nunca, quizás, hubiera pensado de sí mismo.
Es cierto que en la actualidad se tiene demasiada fe en la medicación psiquiátrica.
En un congreso internacional en Berlin, noviembre del 2012, psiquiatras y neurólogos ya expusieron investigaciones llevadas a cabo en estos últimos años, incluso con un seguimiento a pacientes prolongado, hasta 10 años y allí se describieron importantes hallazgos.
La terapia psicológica tiene mejores resultados a medio, corto y largo plazo, y no la medicina.
Se dijo también que la medicación puede ser el tipo de terapia necesaria e imprescindible para enfermedades como la esquizofrenia o la psicosis, pero para el resto de enfermedades mentales, no.
También se dijo allí que algunos medicamentos producen efectos adversos como la depresión, impulsividad, etc... conviene que la gente lea los prospectos para saber donde se mete.
Imprescindible trabajar con el especialista las emociones, sentimientos, valores, creencias, expectativas, hechos, relaciones, ambiente y circunstancias presentes. Y esto con una pastilla no se resuelve.
Sí es cierto que los laboratorios farmaceúticos cada día están investigando otras posibles enfermedades psicológicas para ponerle etiquetas y así tener otro grupo más de medicamentos para vender.
El ser humano es algo más. La química está bien cuando hace falta, pero como bien se ve, no es la panacea.
Las personas son seres neurológicos, biológicos, con su psique, sus relaciones y su espiritualidad.
La química sólo puede atender a un componente de estos. El resto de factores queda desatendido. Y así cualquier cosa puede ocurrir.