En general el juego está configurado para que la gente pierda. Es un negocio. Las pérdidas de 15.000, 20.000, 30.000 € e incluso 40.000 o más, suele ser la cantidad que mueve a la gente a ir a terapia para esta Adicción. En algunos casos cuando los familiares se dan cuenta ha transcurrido ya mucho tiempo, meses o años.
Las personas que sufren esta patología de adicción al juego suelen haber tenido una trayectoria parecida. Les da un día por jugar unas monedas, ganan un algo y ahí comienza el enganche. Siguen jugando y perdiendo y algunas veces ganan. El ganar les va atando.
El vicio se va instaurando en sus vidas y así después de ir perdiendo mucho, les entra la necesidad de recuperar lo perdido. Sacan el dinero de las cuentas de los familiares, agotan el suyo, y el de los hijos. Pueden llegar a robar a sus familiares, a compañeros en la empresa donde trabajan.
A vender joyas que encuentren de su casa o de la familia. Le piden dinero a amigos. No pagan las deudas de la empresa. Mienten a su familia para sacarles dinero. Y así una escalada hasta que ya cayendo tan bajo y por imposición de los familiares deciden acudir a terapia.
Las vías de juego suelen ser maquinitas de los bares, apuestas y juegos en internet, salas de juego, etc... A veces cuando los padres se enteran, incluso esos hijos llevan meses sin ir a clase, abandonaron los estudios.
O tienen muchas deudas si son adultos. En general se suelen despertar de este pesado sueño con mucha rabia y frustración, podían tener, dicen, un nuevo coche, moto, e incluso como cuentan algunos, un piso. Problemas en todas las direcciones.
Como sugerencia a las personas que tengan cerca a familiares o amigos con esta patología, cuanto antes poner soluciones mejor.
Las personas que sufren esta patología de adicción al juego suelen haber tenido una trayectoria parecida. Les da un día por jugar unas monedas, ganan un algo y ahí comienza el enganche. Siguen jugando y perdiendo y algunas veces ganan. El ganar les va atando.
El vicio se va instaurando en sus vidas y así después de ir perdiendo mucho, les entra la necesidad de recuperar lo perdido. Sacan el dinero de las cuentas de los familiares, agotan el suyo, y el de los hijos. Pueden llegar a robar a sus familiares, a compañeros en la empresa donde trabajan.
A vender joyas que encuentren de su casa o de la familia. Le piden dinero a amigos. No pagan las deudas de la empresa. Mienten a su familia para sacarles dinero. Y así una escalada hasta que ya cayendo tan bajo y por imposición de los familiares deciden acudir a terapia.
Las vías de juego suelen ser maquinitas de los bares, apuestas y juegos en internet, salas de juego, etc... A veces cuando los padres se enteran, incluso esos hijos llevan meses sin ir a clase, abandonaron los estudios.
O tienen muchas deudas si son adultos. En general se suelen despertar de este pesado sueño con mucha rabia y frustración, podían tener, dicen, un nuevo coche, moto, e incluso como cuentan algunos, un piso. Problemas en todas las direcciones.
Como sugerencia a las personas que tengan cerca a familiares o amigos con esta patología, cuanto antes poner soluciones mejor.