El sentido de responsabilidad sobre algo, da mucha fuerza. La creencia de que uno interviene con acciones en la vida que tienen consecuencias, desarrolla en la persona la certeza y el poder de que puede cambiar los resultados si lo desea.
En la comunicación ocurre lo mismo, si tu te encuentras con algo que no deseas y sientes que es tu responsabilidad también, puedes cambiar el tono de voz, las palabras, la actitud, la conducta y la comunicación no verbal.
Una persona evolucionada, madura y responsable cree que tiene poder sobre la situación, el control y la responsabilidad. Y como en la persona, la mente, todo está relacionado. Y en consecuencia genera actitudes, sentimientos y comportamientos. Y al creer así, pone cuidado y todo su ser en ello, tratando de anticiparse a los logros y objetivos.
La trayectoria hacia la excelencia implica la planificación del objetivo, de las metas, diseñar las acciones para llegar a ellas, decidir aplicarlas e ir viendo resultados. Evaluar y resolver, afinando hasta llegar a conseguirlo.
Las personas triunfadoras no están precisamente sentadas esperando a ver como se comporta el azar. Intervienen directamente y lo trabajan, esperan resultados informativos e implementan lo siguiente. Y así con tenacidad, perseverancia y flexibilidad hasta alcanzar el éxito.