En estos momentos de la historia, parece que se precisa una transformación esencial del matrimonio. La gran cantidad de problemas que surgen en la convivencia diaria y que al fin producen las separaciones, son resultados altamente informativos de que algo pasa. Tal vez era un modo de vivir en pareja del pasado, o quizás la sociedad avance a gran velocidad y tal como venía siendo hasta ahora, ya no se pueda mantener.
Es cierto que socialmente existe un gran analfabetismo emocional, tal vez porque en épocas anteriores, estaba mal visto exteriorizar emociones y siempre se primaba "la razón", o sencillamente porque un gran potencial a aplicar en la intimidad de la pareja, no se cultiva y por ello permanece a nivel primitivo. Resumiendo: habilidades y comportamientos esenciales como la comunicación, la ternura, el afecto, el cariño, la sexualidad, el erotismo, la sensualidad, la inteligencia emocional, todo ello sin desarrollar, a lo largo del tiempo, y en el día a día, tiene que generar múltiples problemas. Cómo puede ocurrir esto, en la era del aprendizaje y la información.
La educación sexual que se implantó en los centros educativos, parece que quedó en manos de profesores que sí bien especialistas en los antiguos conocimientos del saber, ciencias, lenguas....., en la sexualidad es probable que estuvieran más bloqueados que los propios alumnos, por las connotaciones que lo sexual tiene de subjetivo.......y así puede que se haya seguido enseñando con restricciones, o complejos del mismo profesor, por sí se le podía descubrir entre sus alumnos, por el subjetivismo que conlleva y evidenciar que también disfrutaba con ello. Cómo si la sexualidad en sí misma fuera una perversión!!!
Realmente la carencia de formación en este ámbito, deriva en gran desconocimiento a la ahora de dar clases. Y no es fácil ponerse ante un público a contar este tipo de intimidades humanas, donde además uno puede ser interrogado, al menos eso lo piensan muchos. Los alumnos ya se encargan de buscar en internet todo tipo de información y puede que a veces les falte la transmisión humana de esos conocimientos, para poderlo otorgar matices.
En conjunto, la formación está ausente, con lo cual, dificultades al transmitirlo. Ya que estos contenidos implican la enseñanza de unos saberes por los que el profesor puede que haya pasado, y le dé bochorno casi al mostrar "como parte de su intimidad", metafóricamente hablando. O si no ha pasado, peor aún porque realmente no sabe de lo que está hablando. No es lo mismo describir una manzana, que comer, o haber comido una manzana.
Por todo ello se precisa ya de una formación, educación o como lo deseen llamar, que otorgue a las personas los saberes oportunos y relacionados con el compartir pareja, sobre sus propios sentimientos, el amor, el erotismo, la sexualidad. Y sobre todo aprender a desplegar y ser generativo en esos potenciales de la inteligencia sexual, a lo largo de la vida, superando el sentido mecánico de la relación, y en conjunto activen y transformen la sensualidad, la inteligencia para amar, crear intimidad y vivir aplicando sus habilidades para crear vínculos, y sobre todo para crecer en pareja.