Contando con todo, esa esa es una de las estrategias del ser, de la persona. Más que nada para luego no llevarse sorpresas. Es frecuente que en las parejas aparezcan problemas, por el mismo transcurrir de la vida, es lo natural. En ocasiones ocurre que los días pasan y no se soluciona nada, o más bien se agrava.
Un componente de la misma, tiene la feliz idea de buscar asesor, sí para eso están la terapia psicológica de parejas, familiar y sexual. Y a partir de ahí, puede que comience un nuevo camino para esa persona, de conocer más, de saber mejor, de objetivizar más y ser más consciente de todo lo que está ocurriendo en esa pareja.
A la otra persona que compone la pareja, se le ha invitado a asistir a la terapia, y puede que se haya negado (otros muchos acuden normalmente), por aquello de los mecanismos mentales que están interviniendo en su persona, y no quiere asistir, ni saber nada de los problemas, ya que la culpa se la echa al otro. O porque no cree en la psicología, puede que piense que "no estoy loca/o" para tener que ir al psicólogo..... o mil excusas......
A partir de ahí, uno está yendo a terapia, y aprendiendo, y evolucionando y creciendo. Identificando sus emociones, reconociendo formas anómalas y tóxicas de comunicación, terquedades, resentimientos, frustración, rabia.......o cualquier otro episodio que haya sucedido. Y puede que el que se niega, siga en su mismo estado de evolución mental, atascado, y aferrado quien sabe..... a su cerrazón mental.
El tiempo transcurre y el trabajo personal y mental de la persona que asiste a terapia, va dando sus frutos. Y sí, es cierto que a veces, esa misma persona que evoluciona, va ayudando también a la que se negó en un principio y salen los dos hacia adelante, o pueden ocurrir otras situaciones.
Con frecuencia el que asiste a terapia, va creciendo y desarrollándose y si el otro está muy bloqueado y no quiere saber nada......pueda que pierda la oportunidad, es decir, la ocasión de continuar en ese compás de pareja necesario para vivir con sintonía. Y también puede ocurrir que la distancia crezca tanto que se convierta en abismal y entonces uno ya no tiene nada que ver con el otro.
El que fue expandiéndose y creciendo, ya no desea volver a relaciones con aquella persona que ahora se ha convertido en alguien primitiva para él o ella. Ya no desea volver al pasado, a su pequeño mundo. Aquel que se negó a ir a terapia, puede que en una parte de él, ya se estuviera despidiendo, no deseaba continuar en compañía el futuro recorrido, al menos de esa pareja......
Los recorridos mentales.........es probable que...........siempre marquen.....grandes distancias............